Oscuridad, miedo, tristeza y desolación; irrespeto, desconsideración y esclavitud, son tan solo algunos de los sustantivos que nos sirven para describir ciertas situaciones a las que son sometidos muchos animales en el mundo, cuyo único pecado ha sido brindar amor a quienes, inesperadamente, traicionan su confianza.
En la ciudad estadounidense de Detroit, Michigan, fue descubierta por un vecino una perrita de nombre Blizzard, en un estado francamente lamentable. Estaba en la calle y al borde de la hipotermia, debido a las bajas temperaturas que han azotado en los últimos días al Hemisferio Norte.
Los más triste del asunto fue la razón de su erróneo e incierto deambular: resulta que su antigua familia dejó de quererla de un día para otro, y como si se tratase de un trasto viejo e inútil, la echaron sin más a morir en el abismo de las calles, encadenada bajo el intenso frío.
Cuando se percató de la perrita, el hombre se encontraba dando un paseo por el barrio y fue sorprendido por una tormenta nevada. Sin embargo, a pesar de las condiciones inhóspitas, logró llegar hasta el animalito que tiritaba de frío y hambre.
Y es que, las últimas semanas invernales han aterrorizado a todos los habitantes de Estados Unidos y Canadá. Imaginemos, entonces, por un instante, lo que pudo haber sentido esta perrita, atada a una cadena indigna, totalmente a la intemperie.
La pequeña se esforzaba con las últimas fuerzas que le restaban para levantar sus patitas delanteras, en un intento por mantenerse caliente. Una escena tremenda y muy conmovedora, que de seguro pocos querríamos presenciar.
“Levantaba sus patitas delanteras para no perder la poca temperatura que le quedaba”, dijo aquel hombre.
No podía quedarse de brazos cruzados. Aquel hombre sabía que tenía que actuar, o de lo contrario la peludita perecería. Sin pensarlo dos veces, se contactó con la protectora Detroit Pit Crew Dog Rescue para dar parte y que se encargaran de llevar a la canina a un lugar cálido y seguro.
Los voluntarios no tardaron en llegar al sitio de los hechos, donde la familia irresponsable y ruin, se negó a recibirlos. No quisieron siquiera mediar palabra, de modo que el vecino se vio obligado a interceder para convencerlos de entregar al animal. Fue una situación compleja, pero, sobre todo, una verdadera vergüenza.
“El vecino entró a la casa para mostrarme que ellos tenían a otro perrito dentro, y una mujer dijo que no la quería en la casa. Yo intercedí y dije que nos la llevaríamos, ya que se encontraba muy lesionada y con frío”, dijo Theresa Sumpter, fundadora y directora de Detroit Pit Crew Dog Rescue.
Fue así como el equipo de rescate salvó a quien horas después bautizarían como Blizzard (“tormenta de nieve”, en inglés). Otra historia más de supervivencia en condiciones extremas, pero que tuvo un final feliz.
Blizzard lamía las manos de sus providenciales salvadores, en señal de agradecimiento. Una vez que fue subida al vehículo, se acurrucó plácidamente, como si supiera que se encontraba en su viaje final hacia el bienestar y la seguridad que tanto merecía.
El veterinario desinflamó sus patitas y, de acuerdo con Stumper, la perrita prospera satisfactoriamente. Según aseguró, en pocos días volverá a sus actividades en el hogar de paso junto a otros dos perritos rescatados. Pronto estará lista para un nuevo hogar.
Comparte esta historia con tus amigos. Un final feliz para Blizzard quien, sin quererlo ni merecerlo sufrió el rechazo de unos seres que no la valoraron, la trataron como a un objeto y estuvieron a punto de causarle la muerte.