Muy pocas veces podemos describir un determinado evento como un milagro. Sin embargo, la siguiente historia es por mucho una de esas pocas que te estremecerá y te hará creer de nuevo en que existen momentos que no podemos explicar o creer, pero que siempre agradeceremos y valoraremos profundamente.
Una noche cualquiera se tornó en una pesadilla para la familia Nuttall. Mientras todos dormían el pequeño Luke, quien sufre diabetes tipo 1, caracterizada por la ausencia total de insulina en el cuerpo, tuvo un cambio sumamente brusco en sus niveles de azúcar.
Estos amigos incondicionales permanecen juntos tanto en las buenas como en las malas.
A pesar de que Luke, de 7 años, se encuentra monitorizado constantemente, todos sabemos que no hay máquina perfecta y que, por ende, en algún momento todas pueden fallar.
Lamentablemente, esta vez les tocó a los Nutall enfrentar semejante inconveniente. Esa noche la máquina que monitoreaba a Luke indicaba que todo estaba en orden. No obstante, Jedi, el labrador negro de los Nuttall, sabía que algo estaba pasando. Al darse cuenta de ello, trató desesperadamente de despertar a los padres de Luke.
Su amistad es un ejemplo a seguir, es un lazo tan fuerte que sólo pocos tienen la dicha de disfrutar.
Jedi está entrenado para detectar mediante su olfato las alteraciones en los niveles de azúcar de su dueño y mejor amigo Luke. Gracias a ello, hizo hasta lo imposible por alertar a los padres de Luke sobre lo que estaba pasando. Fue a su habitación, saltó en su cama y despertó Dorrie, madre de Luke, y regresaron juntos a la habitación del pequeño para ayudarlo.
Es admirable el amor y compromiso con los cuales Jedi salvó la vida de Luke.
Dorrie revisó inmediatamente el monitor, pero este no indicaba nada extraño. Pese a ello, Jedi no paraba de agachar la cabeza, señal que le habían enseñado para describir que los niveles de azúcar de Luke eran bajos. Fue así como concluyó que algo malo estaba pasando.
Cuando Dorrie finalmente realizó la lectura de los niveles en la sangre de Luke, se dio cuenta de que el monitor había fallado y, efectivamente, los niveles eran alarmantemente bajos. Con la esperanza de que la situación mejorara, Dorrie le dio a Luke una pastilla de glucosa y esperó hasta que se estabilizara.
No se necesita ser invencible para ser un héroe, sólo es necesario tener un gran corazón y darlo todo por quienes amas.
Afortunadamente, los niveles de Luke empezaron a estabilizarse y todo salió bien. Luke sobrevivió gracias a la ayuda de su mejor amigo Jedi, de lo contrario el final hubiera sido totalmente distinto. Los ataques hipoglucémicos pueden llevar a la muerte, milagrosamente Jedi hizo una admirable labor y se convirtió en un héroe.
No cabe duda de que estos inigualables amigos seguirán compartiendo más sonrisas y recuerdos únicos.
En la actualidad, el número de perros entrenados para prevenir ataques de este y otros tipos de enfermedades, como la epilepsia, va en aumento. Los perros como Jedi son entrenados para identificar un olor específico cuando el azúcar en la sangre de una persona cae por debajo de 4 mmol.
Estos sorprendentes caninos son entrenados desde el nacimiento y normalmente tienen un año para entrenar y socializar de manera adecuada.
Son inseparables y le demuestran al mundo lo valiosa que una verdadera amistad significa para dos seres tan inocentes como ellos.
Sin duda alguna, los verbos amar, cuidar y proteger no son exclusivos de los seres humanos, Jedi es prueba de ello. Comparte esta maravillosa historia y motiva a otros a convertirse en héroes.