El paso del huracán Harvey fue devastador para la costa sur de Estados Unidos, principalmente para Texas y las zonas aledañas. Según cifras oficiales, los equipos de rescate evacuaron a más de 4.500 personas, murieron 22 personas y las pérdidas materiales han sido casi totales.
En este escenario no solo las personas sufren. Mascotas y animales han muerto por las inundaciones, mientras que otros con mayor suerte han sido puestos a salvo por equipos de rescate o llevados por sus propios dueños.
La Guardia Costera informó que rescataron a más de 1.000 animales, entre mascotas domésticas y otros animales como vacas y caballos.
Cuando las autoridades hicieron el llamado a los habitantes de Texas y Louisiana, para abandonar sus hogares ante el incremento de la tormenta, miles de personas tomaron sus mascotas para acudir a albergues de la ciudad.
Los dueños no quisieron abandonar a sus mascotas.
En muchos se veía la angustia por la extrema situación que vivían.
Pero también se vio la importancia que tienen en la vida de las personas.
Pero también algunas personas que no previeron la magnitud sin precedentes de la inundación se fueron antes de que llegara el huracán dejando a sus mascotas en casa, encerradas o atadas para luego ir a buscarlas. Pero el agua creció demasiado.
Socorristas en botes rescataron perros que habían terminado sentados empapados bajo la lluvia sobre los techos de autos hundidos.
En las evacuaciones y en los rescates, surgieron estas increíbles imágenes de personas con sus mascotas.
Los voluntarios entendían la importancia que tienen los animales para las personas.
Los animales estaban en peligro, tanto como sus dueños.
Nadie puede predecir cómo reaccionará un animal en estas situaciones.
Los rescatistas ayudaron a ancianos y mascotas.
“Las mascotas son mucho más propensas a tratar de escapar durante situaciones estresantes”, explica Pamela Reid, experta en conducta animal de la Sociedad Americana para la Prevención de la Crueldad contra los Animales (ASPCA, por sus siglas en inglés), que se especializa en desastres naturales.
En 2005, durante el huracán Katrina, hasta 100.000 mascotas se separaron de sus dueños, y sólo se logró reunir a menos de la mitad. Algunos informes señalan que no las evacuaron porque no podían llevárselas.
Como respuesta, el Congreso de Estados Unidos aprobó la Ley sobre estándares de evacuación y transporte de mascotas (PETS, por sus siglas en inglés) en 2006, que obliga a los estados que solicitan ayuda a la Agencia Federal de Gestión de Emergencias incorpore planes para mascotas.
El huracán los obligó a abandonar sus casas.
Así como los niños necesitaban ayuda, los animales también.
Las familias unidas por la tragedia.
La felicidad de estar a salvo se veía en las caras de las mascotas y sus dueños.
Más de 4.500 personas fueron evacuadas, pero 22 personas fallecieron en distintas circunstancias.
Predecir cómo se comportará cualquier animal en una crisis es imposible, añade Reid, pero las mascotas suelen actuar de una de las siguientes cuatro formas: escapan, se esconden lejos de la gente, buscan que sus dueños los tranquilicen o, en casos más inusuales, se vuelven agresivas, incluso hacia aquellos que intentan ayudarles.
Algunos propietarios atan sus animales en casa o en el jardín en un intento de mantenerlos a salvo, pero en realidad eso provoca el efecto contrario. Los animales encadenados no pueden huir si las inundaciones aumentan o si se encuentran con depredadores.
“Es algo que nos rompe el corazón”, declaró.
En los botes iban tanto humanos como animales.
Estar con la familia completa fue importante para los damnificados por el huracán.
Algunos dueños se llevaron a sus mascotas consigo, pero más de 1.000 fueron rescatadas.
Por suerte, cientos de voluntarios los ayudaron.
¡Comparte las increíbles y tiernas imágenes de los rescates!