Seamos sinceros, todos, absolutamente todos, hemos disfrutado o deseamos un gran masaje que nos ayude a liberar tanto estrés acumulado. Por supuesto, que nuestras mascotas no están exentas, ellos, al igual que nosotros también sienten la presión del día a Día. Por lo que al estar en contacto con algo que nunca habían visto y les genera placer, puede ser que hagan algunos gestos de total aprobación.
Nuestro protagonista es un adorable husky.
Sabemos que no todos los perritos siempre han sido amables y juguetones, algunos, por distintas razones atadas a un pasado triste y un dueño insensible, tienen un carácter muy marcado, les cuesta sociabilizar con las personas y otros perritos. Silver era uno de ellos, un adorable peludito que afortunadamente fue rescatado a tiempo, al principio era muy escéptico y desconfiado.
Con paciencia y amor incondicional fue revelando su personalidad amable y juguetona.
Quizá ese mismo pasado aún hace que desconfíe de algunos utensilios. El masajeador de cabezas era para el adorable perrito una extraña herramienta, a la que prefería no acercarse. Sin embargo, un día su dueño decidió que era hora de dejar ese miedo atrás y aprendiera a disfrutar de uno de los mejores placeres de la vida: los masajes. Al principio Silver veía el masajeador con total desconfianza como preguntándose ¿qué es esa cosa? y ¿de dónde salió?
El miedo a lo desconocido terminó siendo su aliado.
Cuando su padre humano se lo puso al frente lo olía con desconfianza, incluso intentó huir. El joven rápidamente lo sorprendió y logró ponerlo sobre su cuello hasta llegar a su cabeza, donde hacia suaves movimientos que terminaron siendo irresistible ante al desconfiado husky.
Un masaje en la cabeza del perrito lo liberó de las tensiones.
En el video vemos cómo el perrito entra en un momento de placer y se queda totalmente inmóvil ante tanta maravilla. Su nivel de relajación es tal, que parece que se hubiera desconectado por completo de la “estresante” realidad a la que pertenecía segundos antes de disfrutar del masaje.
Estos masajes favorecen la circulación y proporcionan un estado de calma.
El joven grabó el encuentro y lo subió a su cuenta de YouTube donde rápidamente se hizo viral. Y cómo no, si es demasiada ternura junta. Su dueño comenta que en ese momento Silver le recordó a su otro perro Splash que ama los rasguños en la cabeza.
Este perrito ha encontrado un verdadero placer donde deseamos que siga disfrutando de la mano de su joven dueño que hará todo por ver feliz a sus peluditos.
Comparte esta historia en tus redes y aprendamos a disfrutar de las cosas simples de la vida, que como este perrito, nos terminan sorprendiendo.