Es una grandiosa historia que demuestra cómo con mucho amor se puede cambiar el destino de un animal al borde de la muerte. Una mujer y su esposo habían escuchado que había un caballo en medio de la montaña en pésimas condiciones.
No comprendo cómo alguien pudo abandonarlo, pero el hecho es que este caballo estaba completamente solo, desnutrido y con un estado de salud deplorable.
Ellos no dudaron en ir a rescatarlo, parece que su dueño decidió dejarlo a su suerte porque estaba muy viejo, así que lo dejaron sin posibilidades de hidratarse en medio de aquel lugar donde era muy poco probable que alguien lo ayudara.
Así fue cómo esta mujer y su esposo fueron a buscarlo, caminaron y lucharon hasta trasladarlo hasta su casa donde lo recibieron para atenderlo.
Estaba muy deshidratado, ella le dio un buen baño y lo examinaron.
Además tenía afecciones en su piel, le faltaba pelaje en algunas superficies tenía alopecia.
Poco a poco fue mejorando, estaba muy por debajo del peso que debería tener.
Ellos le dieron todo el amor posible. Convivía con su familia, incluyendo tres perros que tenían como mascotas.
Nueve meses después había recuperado su peso… Lo llamaron Bones y era grandioso para ellos cuidarlo, dar y recibir su cariño y garantizar su salud a pesar de que sus condiciones no eran buenas. No estaba claro cuántos años más podría vivir pero se aseguraron de brindarle la mejor calidad de vida posible. ¡Qué recuperado está!
Y así fue, meses después su enfermedad se agravó, tenía una infección que afectaba sus órganos. Poco tiempo después falleció, dejando una huella imborrable para quienes tanto lo amaron. Decidieron dejarle descansar en su casa y darle el último adiós.
Es muy emotiva su historia, esta familia jamás imaginó la gran experiencia que sería para ellos rescatar a Bone. Les regaló cada día su lealtad y gratitud.
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