Once perros emprendieron un largo recorrido con su dueño, quien sobrevive en la calle, y su dramática situación, así como su nobleza, terminó conmoviendo a mucha gente.
Es una historia que llega al corazón, Steve es una persona sin hogar que en los últimos 14 años, a pesar de vivir en la calle, ha atendido a más de 50 perros que al igual que él, viven en la calle.
Steve es una prueba de que con voluntad y amor se pueden hacer grandes cosas. En el año 2001 lo perdió todo y ahora forma parte de quienes no tienen hogar. Su único objeto de valor es su bicicleta y desde entonces no ha dejado de ayudar a los perros que encuentra en su camino, tiene un montón de amor para dar.
Un día decidió ir en busca de un mejor futuro desde California a Indiana en su bicicleta, así que se llevó a sus 11 amigos.
Por su mente no pasó la opción de abandonarlos.
Su buen corazón le impedía abandonar a los perros
Entre sus compañeros iba una perra que recién había dado a luz a sus cachorritos
¡Era un largo viaje para ellos!
Siguió pedaleando durante más de 2000 kilómetros, hasta que una mujer llamada Alicia Edrington se fijó en él. Su familia pidió auxilio y recaudó dinero para pagar una noche de alojamiento en un hotel para Steve y sus perros, así podían descansar.
Se merecían un descanso reparador, todos estaban muy cómodos
El descanso fue fantástico y reparador incluso para los más pequeños.
El personal del Refugio de Animales en West Memphis se acercó al lugar con comida para perros, correas y arneses.
Los trabajadores de la organización se conmovieron con su historia y no pudieron se indiferentes ante la situación que enfrentaban.
De hecho, un grupo de voluntarios hizo posible pagar una segunda noche de hotel para Steve y sus amigos peludos.
Y al fin llegó una ayuda inesperada. Kelly Seaton, una mujer de Tennessee, se ofreció a llevar a esta familia a su destino final. Así que podrían continuar su viaje sin exponerse a tantos riesgos ni vivir una experiencia tan agotadora.
Podrían viajar en condiciones óptimas… ¡estaban muy cómodos!
Viajaban fuera de peligro y Steve podía descansar
Finalmente, Steve y los 11 perros llegaron a Indiana y gracias la generosidad de muchas personas han logrado recaudar mucho dinero a través de GoFundMe.
Y eso no es todo, ya Steve no será una persona sin hogar y tendrá un techo para albergar a sus perros, una persona solidaria donó una caravana para que tengan desde ahora un lugar acogedor para vivir.
Siguen recaudando dinero en GoFundMe para poder proporcionarle un terreno donde Steve pueda ubicar su caravana. Hasta este momento han logrado reunir 35.596 dólares para la numerosa familia.
La historia de Steve es un ejemplo de que con muy poco, lo esencial sigue siendo el amor y la compasión frente a cualquier cosa material. Lo único que necesitamos en realidad para ayudar es voluntad y solidaridad.
Steve está cosechando ahora toda la bondad que sembró a lo largo de esos 14 años en la calle. Se merece toda la ola de solidaridad que ha surgido para ayudarlo.
Por ahora, la organización SOAR: Street Outreach Animal Response Initiative se encarga del caso de Steve y sus perritos.
La generosidad no tiene límites, no tiene excusas, siempre podemos brindar una mano amiga.
Tarde o temprano la vida se encarga de retribuir y con creces, lo importante es hacer el bien sin esperar nada a cambio y dar sin medida. Aunque nos falte dinero, hogar o recursos, nunca faltará el amor.
No hay excusas para ayudar, a veces un simple y pequeño gesto, incluso un abrazo o una palabra de aliento puede cambiar el destino de alguien.
El recorrido de Steve se ha convertido en una lección de vida para todos, en zoorprendente nos complace saber que la familia ha tenido un final feliz.