Jimmy Nicholos es un hombre sencillo con un gran amor hacia los animales y de forma especial hacia su compañero de aventuras Boots. Se trata de un perrito de servicio que lo ha acompañado durante años y en quien se ha resguardado de manera especial en los últimos tiempos.
El hombre y Boots han hecho un gran equipo juntos.
Jimmy está sin hogar pero trabaja de modo parcial en START Rescue Resale Store, una tienda que vende mercancía de segunda mano en Sherman Oaks, un vecindario a las afueras de Los Ángeles.
La tienda ayuda a financiar adopciones de mascotas rescatadas, así que para el hombre su empleo es bastante importante.
En la tienda el hombre suele tratar con diferentes personas y a muchas de ellas les ha tomado cierta confianza y hasta cariño. Por esa razón, cuando una mujer se ofreció a cuidar a Boots y darle un baño mientras que él trabajaba, Jimmy no dudó en absoluto y aceptó de inmediato la oferta.
Esa no era la primera vez que el perro de servicio quedaba a cargo de esa persona.
Pero ese día las cosas no salieron como se esperaba y después de un par de horas, la dama regresó a la tienda y le dijo a Jimmy que su adorado Boots habías desaparecido. Al parecer lo había extraviado en un parque cuando estaban camino a la tienda.
La noticia fue un duro golpe para el hombre que se sentía completamente perdido sin el can.
Boots se había convertido en todo para Jimmy, un hombre que había llevado una vida sencilla pero que encontró calma en su mascota.
“Él es mi bebé, es mi hijo. Tengo dos hijos que nunca pude criar y cuando eso sucedió, él fue lo único que me mantuvo cuerdo. Nunca pidió nada, solo un poco de amor. No tengo palabras”, dijo Jimmy.
Renee Ruston, propietaria de la tienda en la que trabajaba Nicholos, fue testigo de la angustia del hombre y decidió ayudarlo a presentar una denuncia ante la oficina de la policía. Alguien debía haber visto a Boots y era necesario encontrarlo, por su bien y el de este hombre sin hogar.
Muchas personas se unieron a la noble causa.
Ruston incluso ayudó a difundir la historia en las redes y ofreció una recompensa de 5.000 dólares para quien los ayudara a recuperar a Boots, ya que su empleado se encontraba destrozado.
“Está hecho pedazos. Este perro no es solo un perro de servicio para él, sino su razón de ser”, confesó la jefa de Jimmy.
Pero dentro de la historia había algo que no le terminaba de cuadrar a la señora Ruston, quien sentía cierta sospecha hacia la mujer y su historia pues todo le parecía demasiado extraño.
Su sexto sentido la llevó al camino correcto.
Las dudas estaban bien fundadas, pues según explicó Ruston a la policía:
“Todo es muy vago… Cuando le pregunto cosas dice que no recuerda, y dejó de comunicarse con nosotros al día siguiente de la desaparición”.
El hecho ocurrió en vísperas de Año Nuevo, así que el hombre la pasó realmente mal pero al menos tuvo a sus compañeros de trabajo y a su jefa esos días. Estas personas le brindaron todo su apoyo.
“Yo no me doy por vencido. No dejaré que esto se convierta en noticia de ayer. Voy a recuperar a mi bebé si sea lo último que haga”, dijo el hombre durante la desaparición.
Por fortuna, nadie lanzó la toalla en este caso.
«El equipo de START envió cientos de volantes, contrató a un investigador privado, hizo que un abogado presentara una demanda y trabajó las 24 horas del día para encontrar al mejor amigo de Jimmy, Boots”, dijo el dueño afligido.
El caso incluso salió en medio de televisión local y dada la difusión, las noticias del peludo no se dieron esperar. Tras dos semanas desaparecido, alguien informó sobre el paradero del perro de servicio.
“Minutos después de la transmisión del programa, una persona llamó y dijo ‘Tengo su perro’. Jimmy y Boots se reunieron a medianoche esta mañana y no hubo un ojo seco en ninguna parte”, informó la tienda en un comunicado.
El reencuentro se dio en la estación de policía de Van Nuy y aunque Jimmy no lo podía creer allí estaba su amado Boots. No sabemos cómo existen tantas personas malintencionadas en este mundo pero al menos esta historia tuvo un final feliz y todo gracias a la solidaridad de tanta gente que le tienen cariño al can y a su dueño.
El bien siempre triunfa, aunque las cosas parezcan difíciles. Aplaudimos todo el apoyo que la jefa y los compañeros dieron a este hombre sin hogar. Ahora Jimmy y Boots siguen su vida feliz.