Las palabras se quedan cortas para describir la atrocidad cometida por este hombre, que intencionalmente, quería acabar con la vida de un ser inocente. ¡Por poco lo consigue y hubiese quedado en el anonimato! de no ser por un ángel que llegó justo a tiempo.
Al perrito de siete años, llamado ahora Justice, le quedaba muy poco tiempo de vida, el pobre no tenía ninguna oportunidad para defenderse, ni pedir auxilio.
¡Qué terrible lo que tuvo que pasar, cuánto dolor, agonía y desesperación! No podía ladrar, ni moverse, estaba perdiendo la respiración, lo único que le quedaba era esperar su muerte o un milagro.
Afortunadamente, el milagro llegó justo a tiempo, salvó su vida y también activó mecanismos para sensibilizar a las personas para que este acto cruel no quedara impune. ¡Justice lo merecía!
Dean Cresswell jamás imaginaría que se toparía con un macabro hallazgo. Al salir de la tienda Canadian Tire, en Walker Road, Canadá, pensó que sería una buena idea quedarse para pasear a sus perros que lo estaban acompañando, justo en el campo que está detrás de la tienda en la que había estado hace poco.
Dean siguió caminando para tenerlos a la vista, ya que se alejaron un poco más de lo usual, entonces algo llamó su atención y al acercarse descubrió un pequeño bulto. Se trataba de un perrito marrón, estaba tumbado, con sus patas, hocico y cuello fuertemente atados con cinta aislante, trató de ayudarlo como pudo, e inmediatamente llamó a la Policía.
La Policía acudió enseguida y fue socorrido. Los veterinarios que lo atendieron informaron que de no ser encontrado en ese momento, no hubiese resistido un par de horas más, la cinta aislante había causado una gran inflamación, que le estaba cercenado lentamente su vía respiratoria. Fue muy difícil retirar la cinta, que ocasionó daños en su piel.
Finalmente, los agentes de la Policía detuvieron al responsable de este lamentable hecho, un hombre de 32 años, Michael Windsor Earl Hill, de Amherstburg, permanecería en custodia durante el proceso de investigaciones y audiencias.
Pero Michael Hill no era el dueño del perrito, le pertenecía a JessicaHems y Adam Esipu. Según su testimonio, la pareja no podía seguir manteniendo a su mascota en casa, porque su hija recién nacida estaba presentando reacciones alérgicas. Michael recibió un dinero para cubrir el costo de los trámites necesarios para llevarlo a un refugio local.
Lo que hizo en su lugar es verdaderamente perverso y detestable.
Un tribunal de Ontario escuchó a Michael Hill, a lo que el procurador, Craig Houle, dijo a la corte: «No hay otra manera de describir este acto, es un acto despreciable de la depravación».
«Michael confesó desde el principio», dijo su abogado Ahmad Ammardijo, a los reporteros fuera de la corte. «Él reconoció que hizo algo que no debería haber hecho.»
Ha sido acusado de causar deliberadamente un dolor innecesario y sufrimiento o lesiones a un animal.
Dean realizó una petición en línea pidiendo justicia para la víctima de Michael, y obtuvo más de 60.000 firmas. Este apoyo mostrado por la sociedad que hizo ver su indignación ejerció una gran presión para que se aplicara la mayor condena que ha sido otorgada en ese condado por casos de crueldad animal, aunque para muchos nos parezca poco.
Michael que fue detenido y ha estado en la cárcel en régimen de aislamiento, una medida adoptada, dicen sus abogados, ya que los otros internos representaban una amenaza para su seguridad.
Fue sentenciado a dos años de cárcel, más tres años de libertad condicional y una prohibición de 25 años de poseer o vivir con los animales. Tras un tiempo en prisión solicitó la libertad bajo fianza y le fue negada.
Aunque Justice tiene solicitudes para adopción, todavía necesitara tratamiento médico, por lo que va a permanecer bajo el cuidado de la Sociedad Protectora de Animales de Windsor-Essex.
Justice también se sometió a un chequeo en su corazón en Oakland Veterinary Referral Services in Bloomfield Hills, Michigan.
«La noticia era buena, ya que parece que la infección del parásito del corazón es menos severa de lo que se pensaba originalmente, esto significa que el tratamiento debe prevenir futuros daños a su corazón”.
Debido a que algunos tejidos de la piel muerta están empezando a desprenderse existe la posibilidad de que podría necesitar injertos de piel en la mandíbula, comentó Melanie Coulter, de la Sociedad Protectora de Animales de Windsor-Essex, añadiendo a través de Facebook que «en este punto, sólo estamos tomando las cosas día a día, él es brillante, alerta y está comiendo bien. Le encanta tener todos los juguetes de peluche que pueda encontrar”.
No dejes de compartir esta historia, es una manifestación de justicia. ¡Siempre debe prevalecer el valor de la vida!