Lo que debía ser un divertido paseo para Gregory Randolph y sus dos perros se convirtió en una verdadera pesadilla que casi acaba con sus vidas. Gregory se dispuso a conducir a través del desierto para poder tomarse un tiempo de descanso y cambiar de aires. Por desgracia, su auto se accidentó en el medio de la nada y no tenía forma de comunicarse con nadie para pedir ayuda.
Gregory quedó varado en el Desierto Alto en Oregon.
Gregory tuvo que resignarse a pasar la primera noche en su auto. Al día siguiente Gregory se dispuso a investigar. Era vital que consiguiera comida, agua o llegar a un lugar en donde pudiera pedir ayuda. Se dispuso a caminar con sus dos perros pero después de un par de horas uno de ellos se escapó y lo perdió de vista.
El poblado más cercano estaba a poco más de 60 Km de distancia.
Antes de darse cuenta la noche ya había llegado nuevamente y Gregory se encontraba profundamente desorientado. No había logrado encontrar nada y ahora tampoco daba con el camino de regreso hasta su auto para poder resguardarse. Los días pasaron y la situación no hacía más que empeorar.
Gregory ya tiene 73 años de edad.
Estaban completamente perdidos en el desierto y cada hora que pasaba se volvía vital para su supervivencia. Al cuarto día, un ciclista llamado Tomas Quinones se encontraba por allí y notó algo extraño. Al ver a Gregory supo que su estado de salud era verdaderamente lamentable y se acercó para ayudarlo. Se encontraba junto a uno de sus perros pero los dos estaban demasiado débiles.
“Estaba consciente pero no me podía responder. Hacía algunos sonidos y movía sus ojos pero no podía decirme su nombre”.
Tomas se valió de su dispositivo GPS y contactó a la policía. En cuanto llegaron allí llevaron a Gregory a un hospital. Dos días después un helicóptero se encargó de rastrear la zona y encontraron al otro perrito en las cercanías de la camioneta. Todos se encontraban deshidratados y hambrientos pero tras un par de días lograron reponer sus fuerzas.
Parece que uno de los perros logró sobrevivir porque tomó un poco de barro que había en la zona.
Es un verdadero alivio que Tomas se encontrara justo allí en el momento indicado. Cuando logró dar con Gregory él se encontraba en un estado crítico y necesitaba ayuda con urgencia. Ahora, se encuentra de nuevo en casa junto a sus dos hermosos perritos y todo es cuestión del pasado.
Comparte esta nota para celebrar este maravilloso rescate.