Reginald Smith, un hombre de 34 años de edad, le cortó ambas orejas con unas tijeras a una pitbull llamada Miss Harper, a petición de su dueña. Después de eso le puso un calcetín y unas ligas en sus patitas para que no se rascara las heridas, pero después, la dueña la tuvo que llevar de nuevo con Smith porque la liga le cortó la circulación de una pata y se gangrenó. Smith decidió cortarle la pata… ¿En qué demonios estaban pensando?
Cuando al fin dieron a Miss Harper al SPCA del condado de Nassau, su herida estaba abierta con carne y el hueso expuesto. De acuerdo con el detective Robert Sowers, Smith después se declararía culpable de practicar una cirugía y profesión sin autorización, conspiración y crueldad animal, que en promedio tendría que cumplir unos dos años entre rejas. «Él merece estar en la cárcel» dijo el fiscal Gail Heatherly en la audiencia de sentencia. Pero en lugar de eso, el juez Angelo Delligatti dejó a Smith ir con tres años de probación, dándole «poco crédito» por no haber abusado realmente del animal.
Miembros de la SPCA comenzaron una campaña de envió de cartas al juez Delligatti, diciendo que «el juez tiene una responsabilidad con la comunidad y demostrar que el abuso no será tolerado». Milagrosamente Miss Harper se ha recuperado de la heridas en el transcurso de un año. Miles de familias aplicaron para poder adoptarla y ahora ya ha sido adoptada en un nuevo hogar.
El año pasado la historia de Miss Harper inspiró a legisladores a poner un sitio en Internet donde se puede reportar a abusadores de animales en el condado de Nassau. En el tiempo en el que dejaron a Miss Harper en el refugio, su dueños ya tenían un historial de abuso de animal cuando le pusieron blanqueador (o cloro) a un cachorro para cambiar su tono de pelo. Ellos también se enfrentan a cargos por el caso de Miss Harper.
Ojalá todas las personas involucradas reciban lo que merecen y paguen por lo que le hicieron a Miss Harper…
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