Si bien es cierto que normalmente los gobiernos del mundo muestran una débil preocupación por la protección y el bienestar animal. Hoy, la extraordinaria y gran conciencia animalista de la sociedad holandesa vuelve a sorprendernos al ser el primer país en tomar medidas serias para que no haya más perros deambulando por las calles.
A través de un poderoso plan de esterilización, leyes específicas, multas, aumento de impuestos, pero, sobre todo concientización, Holanda se ha convertido en referencia mundial en cuanto a generar conciencia y empatía en las personas en cuanto a su relación con las mascotas. Sin embargo, esto no siempre fue así.
Durante el siglo XIX, era el país con mayor número de perros de toda Europa. Situación que originó uno de los mayores brotes de rabia en la historia de los Países Bajos, convirtiéndose en una de las principales causas de mortalidad de la zona. Razón que contribuyó al rechazo masivo de estos animales, por miedo al contagio.
Sumado a ello, en las últimas décadas muchas mascotas, sobre todo las que no tienen pedigree han sido dejadas a su suerte, tendencia que llegó a poblar las calles de miles de almas perrunas sin hogar.
Policía Animal de Holanda
De modo que, la primera medida en implementarse fue la castración masiva y gratuita de animales, para que los ciudadanos esterilizaran a sus mascotas sin costo alguno.
“Después de este primer paso creamos el llamado Dog Research, un programa efectivo que consiste en Recoger, Esterilizar, Vacunar, Identificar y Regresar o REVIR (CNVR, por sus siglas en inglés)”, dijo Isabelle Sternheim, antropóloga y creadora del programa.
El sargento Erik Smit, a la izquierda, y un bombero rescataron a un perro de un balcón donde estaba bajo la nieve, en La Haya.
Además, se tomaron otras medidas como establecer multas de hasta tres años de cárcel y 16.000 euros para quien infrinja daño o eche a la calle a algún animal. Así como la imposición de altos impuestos a las compras de perros con pedigree, medidas que, por cierto, han conseguido una enorme acogida por parte del pueblo holandés.
“Esto ha logrado frenar y controlar el negocio de los animales, además de fomentar la adopción para aquellos que realmente desean la compañía de un amigo canino, aseguró Sternheim.
La cifra de perros dejados de lado o rechazados en todo el mundo ha ido en aumento ya que, según la Organización Mundial de la Salud, existen alrededor de 200 millones de perros callejeros vagando por la Tierra. Una cifra realmente alarmante que exige una solución urgente, empezando con la necesidad de que más países se sumen a esta grandiosa iniciativa.
Hoy en día, no se ven perritos en las calles holandesas más que de la mano de sus humanos, paseando en los canastos de las bicicletas, o simplemente merendando en un buen café, ya que todos ellos son admitidos en restaurantes y bares.
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También se creó una fuerza policial de animales para controlar crímenes contra estos seres y rescatarlos de posibles riesgos.
La historia de la transformación de Holanda no es una que surgió solamente por el amor por los animales, las soluciones surgieron una vez todo el pueblo vio el problema de la sobrepoblación de perros realengos como lo que es: un asunto de política y salud pública.
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Comparte esta extraordinaria historia de amor y visibilidad de los animales con tus amistades y seres queridos y toma conciencia de la importancia de que esta iniciativa se extienda a todo el planeta para evitar el sufrimiento innecesario de nuestros hermosos compañeritos del reino animal.