La vida en las calles nunca será una opción fácil, menos aún si además de no tener un hogar debes aguantar hambre, grandes peligros y las bajas temperaturas de un invierno inclemente.
Todo esto no por decisión propia sino porque otros lo decidieron por ti, pues precisamente esto es lo que les toca vivir a miles de perritos callejeros que deambulan por las frías calles en pleno invierno.
Pero ante estas difíciles realidades, siempre hay gente generosa dispuesta a cambiar el panorama. De este modo ha sucedido en Chile, donde un grupo de voluntarios ha trabajado para que los callejeritos conozcan lo que es dormir calientitos en pleno invierno.
Estos héroes anónimos han llenado las calles con pequeños conjuntos de abrigo para los perritos necesitados y que así puedan protegerse del inclemente frío que ha hecho este invierno.
Si bien esto no les resolverá la vida, evita que los pequeños mueran de hipotermia por las bajas temperaturas.
Los “mini complejos habitacioles” consisten en cajitas de cartón llenas de lana, telas y abrigos para que queden calientitas y cómodas para estos peluditos. Pero claro que ante la humedad y las posibles lluvias también han dado un paso adelante y decidieron forrar las cajas con bolsas de plásticos para evitar que se deterioren con la humedad.
De forma individual el asunto termina siendo una especie de cajita térmica para los animalitos.
Aunque aún se desconoce quién ha sido el iniciador de tan hermosa labor, todos en las redes sociales están agradecidos por la idea.
La noticia se hizo viral, después de que el chileno Clau Medidome compartiera el caso en un grupo de Facebook SOS Perritos Chile (Oficial).
De inmediato, la publicación reventó con comentarios positivos de personas agradecidas por la iniciativa pero uno en especial llamó poderosamente nuestra atención.
«Ya que veo tantos comentarios positivos, me gustaría decirles que esa persona que está dedicando tiempo y amor para esto, no sólo necesita bendiciones, necesita donaciones, necesita cajas de cartón, cinta de embalaje, mantitas etc. ¿Y saben por qué lo sé? Porque en mi comuna, en Talagante, conozco a unas niñas que también hacen de estas casitas y para ellas no es fácil adquirir tanto material solas”, escribió Cristal Martínez en la publicación.
Su comentario hizo reflexionar a más de uno, pues en ocasiones sólo nos quedamos con la alegría de ese gesto positivo pero no somos multiplicadores de estas iniciativas. Allí afuera hay muchos animalitos muriendo de frío y otras necesidades y nosotros con gestos como este podemos salvarles la vida. El mundo necesita no sólo palabras bonitas, sino acciones.
Comparte esta nota y motiva a ayudar pues el invierno no sólo se vive en Chile y hay muchos animales que se pueden salvar con las casitas que tus amigos y tu podrían construirles.