Los murciélagos son de esos animales que siempre se los ha catalogado como “peligrosos”, pero no es así. Son animales inofensivos que pueden necesitar de la ayuda y comprensión del humano en algunas ocasiones.
Este es un curioso caso sobre un murciélago bebé que tuvo que ser alimentado con un gotero, debido a que no poseía colmillos lo suficientemente fuertes para poder alimentarse por sí mismo.
El murciélago de la fruta, o comúnmente conocido como “Zorro Volador”, se caracteriza por poseer una gran habilidad de la visión y por elegir las frutas como su principal fuente de alimentación.
Este pequeño murciélago de 10 semanas de edad tuvo que necesitar del cuidado humano para poder alimentarse.
Este tierno bebé murciélago no tiene una madre que lo alimente, por lo tanto fue ayudado a alimentarse mediante un gotero, ya que por sus pequeños y blandos colmillos no puede comer lo que usualmente come su especie.
Cuando los murciélagos de fruta nacen, poseen pequeños y recurvados dientes de leche, los cuales le ayudan a poder adherirse y mantenerse agarrado a uno de los dos pezones de su madre. Al independizarse alrededor de las 12 semanas, este podrá alimentarse por sí mismo con néctar, polen y frutas.
Estos incomprendidos animales se encuentran en un grave peligro; daños a sus hábitats por limpieza de terrenos, aumentos considerables de la temperatura, caza legal e ilegal y numerosos riesgos creados por el hombre como líneas de cableado eléctrico, alambre de púas y redes en los árboles de fruta, son unas de las tantas causas por lo que muchos de estos animales se han visto obligados a dejar su entorno natural, y en diversas ocasiones han sido encontrados en lugares inusuales, exponiendo así sus vidas a un gran riesgo.
El pequeño murciélago de fruta tal vez se extravió; no pudo encontrar a su madre y por lo tanto no podía alimentarse para mantenerse con vida. Por suerte fue encontrado por una mano amiga que le dará todo lo necesario para que tenga una buena alimentación y cuidado hasta su madurez.
Denise Wade / Storyful
La presencia de esta especie en el ecosistema deja sin duda un gran impacto, ya que ayuda a la regeneración de los bosques y los mantiene sanos, por medio de la polinización y la dispersión de semillas.
Este pequeño, con todo el cuidado que le están brindando, seguramente va tener una vida larga y va a ayudar al mantenimiento del ecosistema.
Aquí, el tierno momento en que el murciélago bebé es alimentado. ¡Es hermoso!
Es importante que todos nos sensibilicemos hacia el cuidado de este tipo de especies, en favor del ecosistema. ¡Comparte esta nota con tus amigos!