En el mundo de los animales, existe una expresión para referirse a las hembras que deciden cuidar de pequeños que ellas no han dado a luz, se le conoce como “madres naturales” y podemos ver casos de ellas en casi todas las especies, por lo general esto ocurre cuando un pequeño queda huérfano y necesita de alguien que cuide de él. Aunque no todas las hembras tienen esta característica, investigadores y cuidadores han aprendido a reconocer el perfil lo que ha sido de gran ayuda para la rehabilitación y reintegración a la vida salvaje de muchos animales.
Fiona es una de ellas, es una hembra adulta de Halcón Hombros Rojos.
Es un tipo de ave de rapiña que ha criado a más de 14 aves de diferentes especies que han quedado huérfanas, ella nació con un defecto físico, pues una de sus alas no se había desarrollado correctamente y por lo tanto nunca sería capaz de volar, esto es algo terrible para un ave de su especie, pero la naturaleza es sabia, aunque no le dio la capacidad de volar, le dio un don mucho más especial.
Ella llegó hace más de 10 años y siendo muy pequeña a Pacific Wildlife Care (PWC), un refugio en California, Estados Unidos.
Kelly Vandenheuvel, fue una de las rehabilitadoras de vida silvestre que la recibió y detectó su discapacidad, como Fiona no podría ser reintegrada a la vida salvaje, se le ocurrió que podía ser una embajadora en charlas y eventos educativos dentro de la comunidad sobre la vida de las aves de rapiña, pero no funcionó.
De hecho le generaba mucho estrés y sus niveles de ansiedad eran cada vez mayores cuando la presentaban al público.
Luego de un año, Kelly notó que tenía un comportamiento un poco extraño, ya que todas las comodidades y necesidades de Fiona estaban cubiertas y su cuidadora decidió revisar su recinto por si algo estaba ocurriendo.
Lo que Kelly descubrió es que ella había puesto dos huevos infértiles.
Esto quería decir que Fiona estaba expresando su necesidad de ser madre, pero al vivir en cautiverio y con su condición no se podía aparear. Sin embargo, Kelly los dejó para ver qué ocurría y descubrió que ella los estaba incubando, lamentablemente ningún bebé nacería, así que tuvo una idea e hizo un experimento para ver si funcionaba, después de unos días ellas retiró los huevos y los sustituyó por dos pollos recién nacidos.
Aunque esto significaba un riesgo, ya que los halcones por lo general ven a los pollos como alimento.
Pero Fiona no los veía así, ellas los veía como bebés que debían ser cuidados y los comenzó a alimentar como si se tratara de sus propias crías, confirmando la teoría de Kelly, ella era una “madre natural” y ayudaría con la rehabilitación de otras aves hasta que estuvieran listos para la vida salvaje.
Desde entonces cada año Fiona pone dos huevos infértiles.
Y Kelly los reemplaza por dos pichones huérfanos, aunque no volvió a pollos, ahora solo le da la misión de criar aves de rapiña como ella. “Sustituyo los huevos por pichones cuando ella está durmiendo y dejo la cáscara de los huevos infértiles debajo de ellos para que ella crea que son sus bebés”, dijo Kelly.
Pero ella no discrimina, ella simplemente quiere ser madre y cuidar de pequeños bebés.
Aunque el año pasado fue muy triste pues no llegó ningún ave huérfana, este año pudo ser madre otra vez. Otro refugio conocido como Ojai Raptor Center, se comunicó con Kelly para que se hicieran cargo de dos halcones jóvenes que tuvieron que ser removidos de un nido después de que las autoridades tuvieran que talar un árbol que estaba a punto de desplomarse.
A pesar de que eran mucho más grande que cualquier otro pichón que Fiona haya cuidado antes no tuvo ningún problema en aceptarlos.
Además, ella no solo los alimenta cuando son muy pequeños sino que también les enseña a cazar. Aunque no puede volar Kelly, deja ratones en su jaula y Fiona se precipita hacia ellos con mucha destreza, después de un tiempo sus hijos de crianza comienza a imitarla y Kelly sabe que en poco tiempo podrán ser liberados.
La labor de Fiona es realmente valiosa, ya que muchas veces los animales rehabilitados por cuidadores tienden a aferrarse a los humanos pero de esta manera la interacción es mucho menor y ellos están mucho más rápido y mejor preparados para la vida salvaje. Kelly, sin embargo, implementa una liberación suave, donde al liberarlos deja una puerta abierta en el recinto para que los pequeños puedan volver a Fiona si les cuesta conseguir alimento, un increíble trabajo sin duda alguna. Si deseas colaborar con ellos, puedes hacerlo aquí.
O puedes compartir esta maravillosa historia con todos tus contactos para que conozcan un poco sobre las madres naturales.