El que piensa que nuestros amigos peludos no saben cómo conseguir lo que quieren, está equivocado, ellos son seres muy inteligentes y siempre nos sorprenden con sus ocurrencias.
Muchas veces son sus dueños los que deben ingeniárselas para lograr que los cachorros crean que han conseguido su objetivo. Tal como lo hizo Kendra Rubin, la dueña del protagonista de esta historia. Charlie es un hermoso cachorro de dos años que no le gusta usar la correa.
En uno de sus paseos rutinarios la correa de Charlie se rompió y a su madre se le ocurrió la idea de hacerle creer que aún la tenía puesta. Afortunadamente, este cachorro siguió su camino como si nada hubiese pasado.
«No se dio cuenta de que estaba “libre” hasta que regresamos», dijo Kendra.
Realmente este cachorro mezcla de beagle y chihuahua odia usar su correa, pero entiende que es un mal necesario para dar sus paseos, de lo contrario se debe quedar en casa.
“Charlie no puede soportar su correa. Es mucho más feliz sin ella. Pero le encanta salir a caminar, así que, aunque sea de mala manera admite que le coloquen la correa”, dijo Kendra.
Pero esto no impide que Charlie mastique implacablemente la correa como signo de protesta.
El incidente sucedió recientemente, cuando Charlie salió a caminar con su mamá y su papá y su sueño se hizo realidad tras romperse la correa. Pero este cachorro estaba tan concentrado en su paseo que no escuchó el chasquido.
«Mientras mantuviera mi brazo extendido como si lo estuviera controlando él no tenía idea de lo que estaba pasando», dijo Kendra.
Kendra tuvo que reaccionar rápidamente para que su cachorro no se asustara en medio de la calle. Así que decidió que iban a continuar caminando como si Charlie estuviera sujetado por su madre.
Por suerte, Charlie se tragó todo el invento de su madre.
Charlie is as well-behaved as he is smart… 😂😂😂
Publicada por Kendra Rubin en Miércoles, 8 de abril de 2020
«Caminó dos metros por delante de mí todo el camino a casa», agregó Kendra.
Kendra caminó con Charlie ocho kilómetros con una correa invisible, su madre no se atrevió a bajar el brazo hasta llegar a casa y así estar completamente seguros de que no se podía escapar y evitar algo que lamentar.
«No se dio cuenta de que estaba ‘libre’ hasta que regresamos a nuestro patio. No me arriesgué a bajar el brazo, no estoy seguro de lo que hubiera pasado», agregó Kendra.
Kendra estaba tan feliz de que todos llegaron a casa sanos y salvos después de la falla que se presentó con la correa.
«Charlie es juguetón y ruidoso, pero es un buen chico», dijo su madre humana.
Pero a pesar de que Charlie se las arregló para caminar bien solo, no lo dejarán sin correa intencionalmente, sus padres van a comprar una en el corto plazo. Aunque no se han librado de críticas de quienes piensan que fue demasiado arriesgado.
¿Tú qué opinas? Comparte la idea que tuvo Kendra, ¿qué habrías hecho tú en su lugar?