Ya habían perdido la esperanza de encontrar a su querido perrito, pasaron seis años sin saber nada de él, hasta que reciben una llamada con la grata noticia: ¡Habían encontrado a Corky! Pero él no estaba solo en el mundo de las calles, tenía un amigo inseparable y sin dudar decidieron adoptarlo.
El querido perrito de la familia Montez, un día se fue y desapareció sin dejar rastro.
“Buscamos a Corky durante unos seis meses antes de mudarnos, sabíamos que cargaba un microchip y su collar, así que estábamos emocionados a la espera de que un día podríamos tenerlo de vuelta a casa”, dijo Kimberly Montez.
Aquí está Corky antes de desaparecer y dejar devastada a su familia
Después de seis años habían perdido toda esperanza, nunca regresó. Hasta que recibieron la llamada que los dejó en shock, “simplemente no lo podíamos creer”, añadió Kimberly.
Inmediatamente se dirigieron al refugio para reunirse con su perrito, y fue entonces que descubrieron que no había estado solo ese tiempo de vida como perro callejero.
Otro perro pequeño ciego de un ojo, llamado “Captain” había sido rescatado junto a él. Probablemente durante ese tiempo se volvieron amigos inseparables.
Un buen samaritano encontró a tres perros en una carretera, uno lamentablemente estaba gravemente herido y no sobrevivió. Los otros dos sobrevivientes estaban bien, uno de ellos era Corky, fue llevado junto a su amigo a la “Humane Society of North Texas” después de haber sido recogidos en esa carretera, y gracias al microchip, los equipos de rescate pudieron localizar a sus familiares.
Si no se le hubiera implantado un microchip años atrás, lo más probable es que nunca hubiese vuelto a encontrar a su familia que tanto le hacía falta.
La familia Montez ahora iba camino a reencontrarse con su perro, fue trasladado al mismo refugio en el que fue adoptado hace casi siete años. Pero no estaba solo, tenía un amigo que nunca lo abandonó.
“Nuestros corazones se derritieron. Al momento en que nos dijeron que se encontraron juntos, sabían que tenían que permanecer juntos”, dijo Jimmy. «Así que en lugar de llevarse sólo a su perro a casa ese día, se llevaron dos».
“Son uña y mugre. Siempre que Captain va, Corky está ahí con él. Creo que Corky le había estado ayudando en la calle porque le falta un ojo. Siempre le permite comer primero y toman la siesta juntos. Corky se ocupa de él”, agregó.
“En nuestra opinión, es realmente un milagro que hemos podido reunirnos con él y estamos honrados de poder darle a Captain una casa también. Sus pequeñas colas no han parado de moverse”, expresó Jimmy.
Y claro que nunca dejarán de sonreír de felicidad ahora que están reunidos dejando atrás un pasado triste, esta vez para siempre, viviendo en una casa donde no les faltará amor.
Una bella historia para compartir, la vida puede sorprendernos gratamente en el momento menos esperado con algo maravilloso, como le pasó a esta familia que hoy celebra junto a Corky y su mejor amigo Captain.