Los perros son criaturas bastante sociables y leales por eso cuando le toman cariño a una persona no quieren separarse de su lado, pero no sólo los humanos son merecedores de su cariño. Aunque algunos canes son un poco celosos, hay perritos mimosos que se encariñan fácilmente a criaturas de su misma especie.
¡Tanto que nadie puede separarlos!
Así le ocurre a Vito y Bambino, dos grandes daneses que no quieren alejarse de su vecino. Estos perros viven con su madre humana Afto Tarin y desde hace seis meses han entablado una gran amistad con su nuevo vecino Giuseppe, un can color chocolate que tiene el mismo espíritu amable y juguetón que ellos.
Pero entre la amistad de este trío ha surgido un grave problema.
El confinamiento les impide jugar y compartir como ellos quisieran, debido a la pandemia sus papitos no pueden llevarlos mucho al parque. Los amigos deben conformarse con el contacto que tiene al asomarse y saludarse desde la pared divisoria que hay entre los patios de ambas residencias.
Por lo general son Vito y Bambinos quienes se acercan a saludar.
El tamaño de Giuseppe no le ayuda mucho para embarcarse en esa faena. Por esa razón el perrito espera todas las tardes hasta que sus amigos asoman sus cabecitas, el asunto es un poco incómodo para él pero no tenía otra opción.
“Ha intentado muchas veces saltar y oler a sus grandes amigos perritos cada vez que estamos afuera”, dijo la humana de Vito y Bambino, Afton Tarin.
Al ver la situación el padre de Giuseppe, Robert Carnes, decidió sorprenderlo con un obsequio que solucionaría sus problemas. El hombre le dio un taburete que pertenecía a uno de sus hijos para que pudiese escalar la pared.
“Giuseppe saltaba furiosamente tan alto como podía y trataba de saludar. Yo siempre le decía, ‘Si solo tuvieras un taburete’ (…) Hice que uno de mis hijos buscara uno y lo trajera. Mi reacción inicial fue romper a reír. Al ver sus pequeños pies completamente extendidos y su cola borrosa por moverse demasiado rápido, no pude evitarlo”, comentó Robert Carnes.
Estos chicos disfrutan mucho compartir tiempo juntos, aunque aún no puedan salir de casa y exista una pared que los separe.
Ahora, gracias al taburete, Giuseppe puede saludar cómodamente a sus amigos y ha despertado las risas más tiernas en el internet. A todos nos complace saber que los tres perritos comparten no sólo una gran amistad sino la dicha de tener unos dueños responsables y amorosos.
La amistad es un gran tesoro y esto perritos han sabido cultivarla muy bien, comparte esta bella nota y llena tus redes con buenas historias.