Nuestros amigos peludos son seres muy especiales y siempre nos sorprenden con sus divertidas ocurrencias.
Winnie es una adorable perrita que deja muy claro cuál es su objeto preferido y del que nunca se quiere separar, y así lo demuestra en este vídeo que ha conquistado a miles y miles de usuarios en las redes.
A Winnie le encanta tener en su boca una mantita, toalla o tela, pero hay una que es muy especial para ella.
No pasó mucho tiempo para que sus padres notaran que para Winnie era muy importante tener algo de tela en la boca, pero no es una tela cualquiera, su preferencia es una mantita particular, con una textura y un tamaño específico.
Cualquier persona podría decir que no es nada cómodo para que un cachorro la lleve de un lado para otro, pero es la que le gusta a Winnie.
A Megan, su madre, se le ocurrió que sería buena idea hacer la compra de una mantita para su amada mascota.
Y realmente no se equivocó. Cuando llegó el paquete parecía que Winnie sabía de qué se trataba y adivinara que era para ella.
Una vez que su mamá abrió el paquete y le dio a Winnie la mantita ella no podía contener su alegría. La expresión de su rostro era el reflejo de la perfecta felicidad.
El brillo en sus ojos era increíble, no paraba de mover la cola y de voltear a mirar a su madre mientras sostenía en su boca la mantita como agradeciendo el regalo tan especial que acaba de recibir.
“¿De quién es eso Winnie?”, se escucha en el vídeo.
Sin lugar a duda, Winnie sabe que la mantita es de ella y para ella. La lleva a donde quiera que va, incluso se mete en la piscina con ella.
Después de tanto arrastrarla por todos lados era justo y necesario lavarla, pero para sorpresa de todos Winnie no se separó de la puerta de la lavadora hasta que su mamá rescatara la manta.
La mantita es tan importante para Winnie que su hermano canino Moosse llegó a sentir un poco de celos, y en un extraño descuido de Winnie tomó la manta en un intento de apoderarse de ella, pero Winnie no dudó en demostrarle su desacuerdo.
Con una mirada incrédula Winnie se acercó a Moosse reclamando lo que era de ella, pero no fue tan fácil quitársela. Después de un forcejeo entre ambos cachorros la manta terminó rompiéndose.
Para Moosse no era muy importante lo que había pasado, pero para Winnie sí, quien estaba arrepentida y para demostrarlo buscó una pequeña toalla y se la llevó a su madre para hacer las paces. Fue un emotivo momento.
Su madre hizo una nueva compra y en cuanto llegó el paquete Winnie sabía que era la recompensa por su arrepentimiento.
Comparte este divertido y adorable vídeo, Winnie no pudo contener su alegría tras recibir su nueva mantita y seguro que aprendió la lección.