La profunda y creciente crisis estructural de las sociedades, expresión del colapso del modo de vida se ha hecho sentir, incluso en poblaciones y sectores insospechados. Tal es el caso de las mascotas domésticas y animales salvajes.
Diariamente se multiplican para estos seres, crueles eventos de desamparo, desnutrición, deshidratación, reproducción incontrolada y proliferación de enfermedades, físicas y emocionales; sobre todo en los animales cautivos en los zoológicos.
En uno de estos albergues ubicado en China, vive sus días con sus noches un lobo, girando en círculos sin parar, visiblemente desesperado por su situación de confinamiento. Según los expertos, está deprimido y no es para menos. Todos los seres vivos ansiamos la libertad.
El animalito fue rechazado por el resto de la manada desde su llegada al zoológico. Desde entonces, se le ha visto caminar en forma de ocho una y otra vez en el mismo sitio. Como una forma de expresar su honda tristeza ante la terrible situación que vive.
Un portavoz del recinto aseguró que, ante tanta indiferencia de sus otros hermanos, el lobito decayó emocionalmente. Se lo ve zigzagueante, dando vueltas para arriba y para abajo sin saber qué hacer o cómo actuar. Son imágenes tan conmovedoras que rápidamente le dieron la vuelta al mundo.
Su tristeza nos congela el corazón
El mismo vocero del lugar donde ocurrió esta escena, agregó que el cuadrúpedo había sido enviado al exilio, al borde del recinto por el macho alfa de la manada. Por esa razón, el lobo adquirió un “bajo estatus” dentro del grupo.
“El rey lobo lo arregló para proteger y vigilar el borde del recinto de los lobos cerca de la entrada. Por tanto, es posible que su estado de ánimo se haya visto afectado. El hecho de que camine en forma de ocho se debe a su hábito”, afirmó el representante del zoológico.
Por el momento, las autoridades del zoológico no tienen mucho qué hacer. Tan solo resta esperar algún tiempo para tratar de reintegrar al pequeño y triste lobo solitario de nuevo en la manada. Sin embargo, acallaron las quejas de los usuarios, quienes sospechaban que el animal actuaba de esa forma porque se sentía hacinado en una jaula abarrotada.
“Hay que esperar algunos días para ver cómo evoluciona y tratar de devolverlo con sus compañeros. No será una tarea sencilla, pero se hará lo que se tenga que hacer”, aseguró uno de los cuidadores del albergue.
Ciertamente, la “vida” en los llamados parques o jardines zoológicos es siempre amarga e injusta. La realidad de estos recintos es la de animales deprimidos, alienados, confinados, seres a los que se ha privado de sus hábitats y, además, de su libertad, su dignidad e intimidad.
La situación es de tal desaliento, que organizaciones internacionales y personalidades mundiales que luchan por preservar la naturaleza, han hecho saber su preocupación y ofrecido su ayuda para tratar de paliar las terribles condiciones que dominan en estos lugares de reclusión de fauna silvestre
Comparte esta historia con tus seres queridos. Nos toca ahora, en esta hora difícil y crucial de nuestra historia, romper los barrotes que nos aprisionan y liberar a los animales sometidos al indigno cautiverio.