El ritmo acelerado de la vida moderna ha originado que muchas personas estén tan absortas en sus propias realidades que terminen ciegas ante el sufrimiento y las necesidades de los demás. Pero no todo el mundo actúa de la misma manera, aún existen personas bastante despiertas que no pueden pasar desapercibido a alguien en apuros y más si se trata de un ser que no puede hablar.
Un ejemplo de este tipo de ángeles es Melissa Vargas.
Esta mujer no es igual al resto y su gran corazón sale a relucir entre el montón con gestos pequeños pero de un gran valor. Tal como sucedió hace unas semanas en un mercado a cielo abierto de su país natal, México.
Este perrito fue el receptor de la generosidad de Melissa.
En medio de las eufóricas compras navideñas, Melissa se detuvo para ayudar a un perrito hambriento que no paraba de suplicar un poco de comida a la gente que pasaba por un puesto de comida local. Pese a la insistencia y la triste cara de este peludito, parecía que nadie le quería ayudar, pero allí estuvo Melissa para arreglarle el día.
En un breve vídeo compartido a través de su cuenta en TikTok se puede ver al can de pelaje blanco sentado sobre sus patas traseras, mientras mira fijamente a las personas que manipulan los alimentos.
La gente parecía ni siquiera notar que él estaba allí mendingando un trocito de pan.
En ese momento Melissa se acerca con una bolsita para él, eran piezas de pollo que había comprado como regalo para el perrito.
“Qué difícil es tener hambre y no poder hablar. Si ves un perrito que suplica por comida haz un buen acto y dale algo de comer. Quizá sea su única comida en semanas. Tu recompensa: una mirada de amor y agradecimiento”, comentó Melissa en el vídeo que compartió en TikTok.
Nada más cerca de la realidad que el comentario de esta mujer, los peludos sin hogar pasan mucho trabajo en las calles y no sólo es el hambre sino los maltratos a los que están expuestos.
A diferencia de un mendigo los perros no tienen cómo pedir una limosna, más que con un gesto de cariño y el movimiento de sus colitas. Si el animalito corre con suerte logrará captar la atención de alguien que se conmueva al punto de alimentarlo y justo de este modo sucedió con Melissa.
En este caso el perrito quedó bastante satisfecho.
En estos momentos de pandemia en que todos intentan salir adelante, no podemos olvidar que hay criaturas que no tienen modos para sobrevivir más que la caridad. Así como mencionó Melissa en su vídeo, te pedimos que siempre que te topes con un angelito como este ¡tengas un buen acto con él!
Al final del día el peludo pudo darse un banquete pero su vida en las calles aún continúa, sin duda todos podemos hacer algo más para ayudar. Aliméntalos, quiérelos, cuídalos, adóptalos, ellos sólo nos tienen a nosotros para sobrevivir.
La compasión y solidaridad son las únicas pandemias que el mundo necesita, comparte esta historia y contagia al mundo con las ganas de ayudar.