Todos amamos los días frescos al aire libre, desde luego que los perritos no son la excepción, ellos disfrutan más que nada salir a caminar o correr por el patio de la casa cuando el sol está más brillante que nunca. En uno de esos días donde la temperatura está muy elevada los perritos quieren hidratarse más que nunca e incluso darse un refrescante baño.
Max comparte la casa con otros peluditos.
Sin embargo, esto no siempre es recomendable cuando se tiene una lesión, algo que nuestro perrito le costó entender y tomó una postura un poco drástica.
Max es un hermoso Gran Danés que está entrando a la edad adulta, recientemente tuvo un incidente que le provocó un pequeño desgarre en su pata delantera, por lo que fue necesario ajustarle una especie de cinturón para que sus músculos volvieran a su posición.
Él es el más “rebelde” de todos.
Esto le ha causado algunas restricciones, meterse en la piscina en una de ellas, algo que sin duda, el gran Max desaprueba totalmente. Su dueño evita a toda cuesta que haga cosas que solo le perjudiquen, pero Max parece rebelde y en ocasiones le gusta contradecir a su persona favorita.
El adorable perrito a diferencia de otras mascotas tiene problemas de audición, un tipo de sordera permanente que puede causarle algunos inconvenientes a quien no lo conoce y quiera llamarle la atención.
Max intenta cuestionar a su dueña con fuerte aullidos.
Su dueña destaca que la condición de Max no lo limita, él sabe muy bien cuando no puede hacer algo siguiendo las señas y gestos de sus dueños. Por lo general, el travieso Max suele estar en desacuerdo con su madre, sobre todo, si de meterse a la piscina se trata.
El perrito parece tener muchas ganas de nadar pero su madre lo detiene regañándolo y haciendo algunas señas que desaprueban su conducta.
Tiene una pequeña lesión abierta que necesita sanar previamente antes de poder nadar.
Esto parece molestarle al perrito y comienza a gruñir fuertemente para debatir la posición de la madre preocupada.
Max como un niño al que se le niega su juguete favorito arma un berrinche porque se le niega al acceso a la piscina. Con ganas de nadar se queja incesantemente y camina al borde de la piscina para intentar sumergirse.
Deseamos pronto se recupere para que disfrute plenamente de la piscina.
Incluso mete una de sus patas como para probar la temperatura, algo que su madre desaprueba totalmente. Finalmente, el perrito se aleja sin dejar de sollozar para demostrar su molestia.
¿Y tú crees que Max merece un Óscar por ser el rey del drama? Júzgalo por ti mismo en el siguiente video:
Si bien Max no pudo refrescarse su madre solo quiso protegerlo. Esperamos pronto se recupere y pueda jugar en la piscina y divertirse como lo desea. No te vayas sin compartir la nota en tus redes para que todos contemplen la adorable reacción de un perrito gruñón.