Los cachorritos se comportan como niños con sus juguetes, los protegen y llegan a amarlos mucho. Algunos son sus favoritos, y no les gusta que nadie los toque. Así le pasa a una perrita en Dinamarca, que se aterró cuando su humana tomó su peluchito, y ella pensó que sería su final.
Natascha Nielsen es una mujer danesa y madre humana de Olivia, una perrita que le encanta jugar y divertirse.
Olivia y su mejor amigo un caballito de peluche
Por eso, Natascha, cuando Olivia llegó por primera vez a su nuevo hogar en Dinamarca, en diciembre pasado, le compró un caballito de peluche al que le pusieron por nombre Horsey.
Desde que recibió el peluche, la perrita no lo soltaba ni un segundo, jugaba con el todo el tiempo, y cuando no lo estaba usando, lo guardaba.
Olivia y su adorado Horsey
En una ocasión, Natascha se dio cuenta de que el juguete estaba sucio producto de tanto uso.
Así que decidió meterlo a la lavadora, cuando la perrita miró al caballito de tela dando vueltas dentro, se asustó por la suerte que estaba corriendo su amigo Horsey.
Se quedaba viendo fijamente a su peluche como tratando de rescatarlo, pero no podía. Para ella, a su amigo lo habían metido en una especie de máquina del mal.
«Ella trató de rescatar a su amigo de la máquina del mal. Estaba muy disgustada porque lo lavaron«, dijo Nielsen.
Olivia ladraba desesperadamente, y se movía de un lugar a otro. Cuando se dio cuenta de que no podría sacarlo, fue a donde estaban sus otros juguetes para evitar que corrieran la misma suerte.
«Se sentó allí por un tiempo y luego esperó el tiempo, acechándome como para verificar si iba a hacer algo malo con los otros juguetes», dijo la madre.
Por fin, la lavadora terminó su ciclo de lavado, y Natascha sacó el peluchito que quedó limpio y fragante.
Cuando se lo devolvió, Olivia no dejaba de mover la cola de alegría por ver de nuevo su amado juguete sano y salvo.
Ahora lo tendría siempre cerca, ya no le daría más oportunidad a su mamá para que volviera a hacerle daño a Horsey.
«Después de recuperar a Horsey, jugó con su mejor amigo durante horas. Estoy segura de que ella piensa que le hice algo malo«, dijo Nielsen.
Las imágenes fueron subidas a las redes sociales y muchos comentarios fueron publicados por los usuarios, dándole recomendaciones para cuando le toque lavar de nuevo los juguetes de Olivia.
“La próxima vez, lávalo por la noche mientras el perro está durmiendo”, le recomendó una usuaria.
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Publiée par Natascha Nielsen sur Mercredi 9 octobre 2019
“¡Hazlo como cuando tenías a tu hijo pequeño y debías lavarle su manta favorita!”, agregó otra usuaria.
Seguramente Natascha tomará en cuenta las observaciones para tranquilidad de la amorosa y preocupada Olivia.
Comparte esta divertida historia con todos tus amigos y conocidos, sobre todo con quienes aman a los perros reconociendo que tienen en su corazón la nobleza de un niño.