La cautivadora imagen de una gorila de las tierras bajas en los brazos de un hombre resultó ganadora del premio PeoPle´s Choice Award para fotógrafo de vida silvestre del año.
Solo basta contemplar la fotografía para que una tenue sonrisa se dibuje en nuestro rostro, la misma que tiene el hombre, al cargar en sus brazos y dentro de un automóvil, a una criatura que deja a tras un pasado tormentoso.
La gorila rescatada abrazó tiernamente a su cuidador.
La historia de Pikin, la gorila protagonista de nuestra historia ha cautivado a miles de personas de todo el mundo. Esta gorila había sido raptada e iba a ser vendida para carne de animales silvestres.
Por fortuna, su destino cambió por completo gracias a que pudo ser rescatada por la organización Ape Action África.
Los gorilas bebés son quienes más sufren ante los destrozos que causa la caza furtiva.
El emotivo momento fue registrado cuando Pikin estaba siendo trasladada de su antiguo recinto a uno nuevo, más grande y acogedor.
Como parte del protocolo, primero sedaron al primate para asegurar su traslado y el de sus acompañantes. Pero durante el trasladó repentinamente despertó.
Appolinaire Ndohoudou es el fiel cuidador de los gorilas bebés.
Por fortuna, estaba en los brazos de su cuidador, Appolinaire Ndohoudou, por lo que permaneció calmada durante el resto del trayecto a su nuevo hogar.
La imagen trasmite tanto la tranquilidad y alegría en el rostro de Pikin como de Appolinaire, uno de los encargados de proteger a los animales salvajes ante la caza furtiva de primates que se extiende cada vez más por Camerún.
Camerún es uno de los países con mayor índice de caza furtiva.
La fotógrafa canadiense Jo-Anne McArthur tomó la emotiva imagen y ha sido catalogada como la mejor fotografía según el Wildlife Photographer of the year. Cerca de 20.000 personas votaron en el concurso organizado por el Museo de Historia Natural de Londres. Entre las imágenes finalistas con mayor apoyo hay ballenas, osos polares y perezosos.
Jo-Anne McArthur ha dedicado su vida a documentar animales en laboratorios, circos, acuarios, mercados, santuarios y en su hábitat natural.
“Regularmente, documento las crueldades que los animales soportan en nuestras manos, pero a veces soy testigo de historias de rescate, esperanza y redención. Tal es el caso de la historia de Pikin y Appolinaire, un hermoso momento entre amigos”, dijo Jo-Anne McArthur.
Lamentablemente, la situación que viven los bebés primates en Camerún es crítica, las crías que quedan solos cuando matan a sus madres luchan por sobrevivir en la naturaleza o son vendidos como mascotas.
Pikin es un ejemplo de sobrevivencia y trabajo en equipo, pero hay aún queda mucho por hacer, por lo que cada acción cuenta para transformar sus vidas. Al respecto Jo-Anne McArthur destacó:
“Estoy muy agradecida de que esta imagen haya resonado en la gente y espero que nos inspire a todos a preocuparnos un poco más los animales. Ningún acto de compasión hacia ellos es demasiado pequeño”.
Jo-Anne no solo es una apasionada de la fotografía sino una defensora de los derechos de los animales.
En 1998 creó un proyecto llamado “We Animals”, su objetivo es derribar las barreras que los humanos hemos construido y hacemos con nuestras acciones que los animales sean tratados como objetos y no como seres sensibles.
Con su trabajo, ha cautivado y conmovido a miles de internautas quienes poco a poco se suman a esta causa. El director del Museo, Sir Michael Dixon, destacó:
“La inspiradora imagen de Jo-Anne es un símbolo del poder de la humanidad para proteger a las especies más vulnerables y dar forma a un futuro más sostenible para la vida en nuestro planeta. Fotografías como la de Jo-Anne son un recordatorio de que podemos marcar la diferencia, y todos tenemos un papel que desempeñar para abordar nuestro impacto en el mundo natural”.
Ojalá y nos acostumbremos más a imágenes de este tipo. Donde el amor y el respeto por nuestros animalitos prevalezcan por sobre todas las cosas.
Un mundo justo para los animales es posible si trabajamos juntos. Sigamos construyéndolo.