Hace más de 16 años un pequeño gato fue rescatado por una buena persona y lo llevó a un refugio de animales de la localidad llamado Lollypop Farm, Humane Society of Greater Rochester.
Este gatito tiene algo muy peculiar, nació sin el hueso o puente nasal, así que estéticamente es extraño, pero no deja de ser un lindo animal, alegre y bastante cariñoso, este detalle no le impide vivir como otro gato, no le afecta en gran medida a su vida.
Antes de navidad, ya el gatito con 4 meses, fue sorprendido por la visita de Elle Burton, una mujer que buscaba a una adorable criatura que se ganara su corazón para adoptarla, que se hicieran compañía y con quien poder darse cariño mutuamente.
Así que esta mujer decidió un día pasar por el refugio y fue donde vio a aquel gatito tan peculiar e inmediatamente se enamoro de él, compaginaron el uno con el otro, se lo llevó a casa, esperando darle el cuidado que necesitaba.
Este gatito, a pesar de no tener grandes dificultades por su defecto de nacimiento, necesitaba ciertos cuidados extras además de los que necesita un gato común.
El adorable gato ha sido muy apegado a Elle desde entonces y ahora, después de 16 años, Ellen piensa que adoptarlo ha sido una de sus mejores ideas en toda su vida.
Este animal se convirtió en parte de la familia, se volvió en algo más que una mascota, lo han tratado como a un hijo y, por su particularidad, decidieron llamarlo Snuffy.
Snuffy, este nombre se lo dieron por los extraños sonidos que hace por su distintiva nariz, produce un silbido cuando respira, ronca mucho cuando está durmiendo, estornuda mucho y también ronca como si fuera un pequeño cerdito.
Snuffy es una palabra en inglés que significa enojado y él es un gato que parece estar enojado por los raros sonidos que constantemente produce, aunque siempre este divirtiéndose con su dueña o, mejor dicho, con su mamá, ya que Elle pasó a ser una madre para este viejo felino.
En ocasiones Elle y Snuffy salen a caminar a algún parque, pues a pesar de todo sigue siendo un gato que necesita divertirse y conocer nuevos lugares. Snuffy visitó el lugar donde fue acogido antes que lo adoptaran después de 16 años.
Se muestra muy tierno, cariñoso y feliz, le gustan mucho las caricias, subir al regazo de su dueña y ponerse sobre sus patas traseras para darle besos a ella. Puedes seguir su historia en su Instagram.
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