¿Eres supersticioso? Si eres de los que piensan que los gatos negros traen mala suerte, mejor será que recapacites ante esa idea, porque podría ocurrirte lo mismo que a Bruna Rizzo y Paulo Henrique Camargo el día de su boda.
Wagner Breciane, uno de los fotógrafos que había sido contratado para la boda, estaba trabajando con la novia en algunas fotos.
Estaban en la parte de afuera de la iglesia capturando algunas imágenes de ella preparándose para el gran momento de dar el “Sí quiero”, cuando le advirtieron que había un gato negro merodeando.
La boda se celebró en esta iglesia de Goiabeiras, Brasil
En ese momento, Timoteo Sodre, el otro fotógrafo que estaba trabajando en la boda, logró averiguar que era común ver al minino rondar por aquellos lugares, pues al parecer el párroco era muy gentil con los animales.
El padre de la parroquia tenía entre sus costumbres alimentar a los gatos vagabundos, así que el minino negro que Timoteo había visto antes, en realidad era muy querido entre los feligreces y era común que, una vez más que otra, se colara en el interior del templo.
Lo que Wagner y Timoteo, además de los futuros esposos, jamás imaginaron, es lo que haría el gato en cuestión ese día tan especial para la vida de estas personas.
Timoteo logró tomar esta foto del gato escurridizo cuando merodeaba la iglesia
La ceremonia dio inicio sin inconvenientes, cuando de pronto el gatito negro entró en la iglesia. De todos los lugares que pudo haber escogido para echarse, un banco, las escalinatas del altar, cualquier rinconcito, él escogió el más original: la cola de la novia.
Los primeros en darse cuenta de lo que ocurría fueron los fotógrafos: era imposible de creer que el gato realmente iba a echarse sobre el vestido de Bruna, pero así lo hizo. Desde luego la situación despertó la risa y los comentarios entre los presentes y Paulo Henrique fue el otro en darse cuenta de lo que pasaba.
Wagner y Timoteo en los preparativos para documentar la boda
Discretamente, Paulo Henrique le comunicó a Bruna que alguien muy especial estaba usando su vestido para tomar una siesta y ella, un poco asustada, le dijo entre risas nerviosas que no quería ni mirar.
El hermano de Bruna fue el encargado de tratar de quitar al minino del vestido, pero él insistía en permanecer allí. Gracias a esto, el padrino de la boda decidió hacerse cargo, tomando al animal y sosteniéndolo entre sus brazos por un buen rato.
Bruna siente el peso del gato sobre su traje de novia
La ceremonia continuó adelante sin problemas, sin embargo Bruna y Paulo jamás se imaginaron que el día tan preciado se convertiría en algo digno de recordar, pues las fotos del gatito echado sobre el vestido de la novia, rápidamente se hicieron virales.
Más allá de esto, Bruna quiso saber qué significaba aquella curiosa señal y si la presencia de este gato negro el día de su boda sería un buen augurio para su matrimonio. En efecto, más allá de la falsa creencia de que estos animales traen malos pronósticos, la verdad es que conceden mucha suerte.
El momento justo en el que Paulo le notifica a Bruna que «alguien más» vino a la boda. Ella no lo puede creer
Por si esto fuera poco, Bruna y Paulo son muy amorosos con los animales, tienen a un perro y demuestran una gran empatía con las mascotas en general. La presencia de este singular invitado el día de su boda fue realmente una grata sorpresa, además de una fortuna.
La anécdota se convirtió en motivo de risa y celebración, no solo entre los novios, también entre todos los asistentes.
Los fotógrafos durante la ceremonia
Si esta singular coincidencia te divierte tanto como lo ha hecho a otros cientos de personas, ¡no dudes en compartirla en las redes sociales!