Un enorme y gruñón gato gris se está llevando los aplausos y generando risas en todo el mundo gracias a su auténtica actitud felina.
Claramente el animal no tenía intención de levantar el espíritu navideño de nadie cuando se instaló en el pesebre para ver pasar el mundo, al cual, sin dudas, miraba malhumorado a través de sus ojos enojados y su gesto adusto.
Y, por supuesto, sin importarle nada. Como si estuviera durmiendo en su cama.
Esta es la imagen que vio Brooke.
Como la mayoría de las fotografías que circulan en la web de animales, y que son super divertidas, pronto se volvió viral en las redes sociales.
Y es que gracias a la fotógrafa Brooke Goldman podemos divertirnos con el enojo de este gato.
El pasado domingo New York pasaba por una típica mañana de otoño, mientras Brooke soñaba con seguir durmiendo en su cama, pero le había prometido a su novio acompañarlo hasta el tren que salía muy temprano, ya que emprendía un viaje. Pero a pesar de sus pocas ganas, se levantó y lo acompañó.
El pesebre estaba a metros de la acera en una callecita de New York.
“Estaba volviendo lo más rápido que podía para acostarme a dormir porque no estaba preparada para arrancar aún el día”, cuenta la joven sobre los momentos previos a tomar la fotografía que le cambiaría el tono y el humor a la jornada.
Aún dormida, Broke de repente se encontró con la imagen que le cambiaría el humor definitivamente: un gato notablemente enojado, metido dentro de un pesebre en, nada más ni nada menos que, la cuna del niño Jesús.
La escena navideña estaba absolutamente alterada. No sólo la presencia del gato la había alterado, sino que el gesto que tenía el animal la hacía aún más graciosa, absurda.
Brooke no pudo más que lanzar la carcajada al ver al gato y no dudó en tomar la fotografía.
¿No es increíble ese gesto gruñón?
«Creo que definitivamente puedo decir que me trajo alegría cuando estaba caminando a casa. Definitivamente, me levantó el ánimo», dijo. «Reír tan fuerte tan temprano en la mañana hace que el resto del día sea mucho más positivo».
Gracias a la foto que sacó, nosotros también hemos podido reírnos con este gato gruñón que usurpó por algunos minutos la Navidad.
«Una buena foto de animales puede curar cualquier cosa”, remató Brooke.
La foto rápidamente se viralizó por las redes sociales, contagiando ese buen humor que Brooke sintió cuando vio la escena por primera vez.
¿No te ríes cada vez que lo ves?
¡Comparte la divertida imagen del gato gruñón y alégrale la vida a alguien más!