Un gato llamado Milo que cumple con todos los clichés de los gatos poco amistosos y egoístas, está demostrando ser mucho más inteligente que el nuevo perro juguetón de la familia, y ha dado pie a una lucha dentro de la casa que, lejos de asustar a su dueña la mantiene bastante entretenida.
Este gato consentido se llama Milo y aún no asimila que su humana no esté ahora solo para él.
La vida de en el hogar de Erika Lungo transcurría con normalidad hasta que decidió integrara otro personaje a la familia. Se trata de un golden retriever tonto y juguetón al que bautizó como Beckham y a quién adoptó tras ver unas fotografías suyas en la red social de un refugio.
Esa no era la primera vez que la mujer tenía un acto de bondad como este, pues años antes había hecho lo mismo con Milo.
El gato era un callejero cuando conoció a Erika y ella lo salvó.
Durante años Milo y su dueña se llevaron de maravillas, pero ahora con la llegada del perro todo es muy diferente.
«No le gustaba cuando trajimos a Beckham a casa por primera vez, y le tomó alrededor de un año acostumbrarse a él. Milo se acurruca con él de vez en cuando, y [Beckham] lo lame. Otras veces, Milo se enoja con nuestro perro y lo golpea”, dijo Erika.
El gato tiene una personalidad bastante imponente. De hecho, su dueña lo llama como un gato de gustos finos: “Prefiere las cosas caras y de mayor calidad en la vida”.
Para Lungo la relación de amor y odio de sus mascotas no había adquirido gran relevancia, hasta que la mujer descubrió lo que el gatito comenzó a hacer para liberarse de su hermano perruno. Milo parece ser un chico de armas tomadas.
Resulta que el gatito aprendió a engañar al peludo y sabe a la perfección como deshacerse de él.
En abril, Longo llevó un cajón para que Beckham se acostumbre a estar en él en caso de que necesiten salir de viaje. Lo que la mujer no imaginó es que el gato aprovecharía el nuevo juguete para planificar la venganza perfecta contra el inocente perro.
Milo sabe cómo engañar a Beckham para hacerlo entrar en la jaula, encerrarlo y quedarse él solo con las atenciones de mamá.
Este chico no quiere compartir, pese a que ya llevan más de un año de convivencia.
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Aunque el asunto parece bastante gracioso, a Lungo le rompe el corazón cuando el perro se ve atrapado y comienza a pedir ayuda. Lo más increíble es que en ese momento Milo parece disfrutar de su travesura.
Este gato bribón sabe muy bien lo que hace, pero pese a su comportamiento el buen Beckham no deja de amarlo.
Cuando el gato está cansado del perro va a la jaula y se para dentro para hacer que su hermano entre. En ese momento Milo sale rápidamente y cierra la puerta para dejarlo atrapado, es en ese momento que el peludo se echa al sentirse atrapado.
Incluso si la reja no está completamente cerrada, Beckham no intenta salir y se resigna a aceptar que su hermano le ha jugado nuevamente una broma.
A Erika le sorprende lo paciente e inocente que puede ser el can y sospecha que se trata de algo relacionado a la raza del perro. Lo cierto es que el buen Beckham no pierde la fe se ser aceptado por el gatito.
“Beckham adora y ama absolutamente a Milo y siempre quiere jugar o acurrucarse con él”, dijo Longo,
El gatito lleva meses jugándole esta clase de broma a su hermano, sin que el buen Beckham allá descubierto el truco. Según Erika, esto sucede al menos una vez al día y parece que el Golden está resignado; mientras, el gatito disfruta de sus momentos como rey de la casa.
Sin duda que, como los humanos, hay algunos animalitos más astutos e inteligente pero, a diferencia de nosotros, este par de hermanos no se harían mayor daño.