Francis es un lindo gatito que nació siendo tan pequeño que nadie pensó que lograría sobrevivir. Cuando tenía 3 semanas de edad pesaba poco más de 100 gramos, el peso que suelen tener los gatos cuando acaban de nacer. En la mayoría de estos casos, estos pequeños cuentan con muy pocas probabilidades de lograr sobrevivir y hasta son sacrificados. Por suerte, Francis conoció muchas personas dispuestas a luchar por él.
“Tiene muchos problemas en los que estamos trabajando. No se trata sólo de que sea muy pequeño”.
Francis era del tamaño de una cuchara, algo que ya comenzaba a indicar que no se encontraba del todo bien; así que lo trasladaron a Nova Cat Clinic. Cuando la veterinaria Ellen Carozza lo conoció supo de inmediato que tenía que dar lo mejor de sí para que este lindo gatito lograra sobrevivir. Decidió abrirle la puerta de su casa para darle un hogar temporal mientras recibía el cuidado médico que tanto necesitaba.
“Sus hermanos pesaban casi 300 gramos y Francis apenas 100”.
Tras los primeros exámenes médicos, descubrieron que sufría de un soplo en el corazón y además estaba perdiendo gran parte de su pelaje. Pero a pesar de su tamaño, Francis era un gatito determinado a vivir. Tenía mucha energía, no paraba de comer y adoraba maullar hasta conseguir la atención de Ellen.
El tamaño de Francis se debe a que padece una deficiencia en la hormona del crecimiento.
Ellen no se separó de su lado los primeros días y cuando tenía que ir a trabajar lo llevaba en su bolsillo para poder seguir dándole la comida a las horas indicadas. Una vez que estaban en la clínica veterinaria, Ellen recibió ayuda de alguien muy especial para seguir cuidando a Francis. Se trata de un gato residente llamado Benny.
Benny ayudaba a Francis en todo momento: lo limpiaba, lo ayudaba a comer y hasta le enseñó a usar la caja de arena.
Francis se veía mínimo al lado de Benny y el enorme gato blanco no dudó en convertirse también en un padre temporal para el pequeño gatito. Gracias a la perseverancia de Ellen y todos en la clínica el lindo Francis logró crecer y convertirse en un lindo gatito saludable.
Según los veterinarios Francis no sufrirá ninguna secuela y tendrá un vida normal.
Tiene un aspecto muy particular gracias a sus manchas de color blanco que hacen que parezca un gatito muy elegante que va de traje y hasta tiene un gracioso bigote.
Un familiar de Ellen se enamoró de Francis y le ha abierto las puertas de su casa de forma permanente.
Ahora este lindo gatito podrá disfrutar de un hogar definitivo y seguirá haciendo sus travesuras en compañía de su familia.
Te invitamos a compartir la excelente recuperación de Francis para recordar la importancia de nunca dejar de luchar por los animales que más lo necesitan.