La mala suerte de algunas personas puede convertirse en la mejor oportunidad para otras, o para un gatito abandonado, quien afortunadamente se encontró con Jason Belisha, un joven al que se le accidentó el automóvil que había alquilado.
El pobre felino estaba completamente empapado
No fue hasta que el hombre se dispuso a regresar el vehículo, que se encontró con el minino. Justo al bajarse del auto en el estacionamiento, lo impactaron unos maullidos desesperados, los cuales venía de debajo del automóvil estacionado a su lado.
El gatito había esperado tanto por alguien que no tardó ni un segundo en ir con el joven
El pobre animal estaba completamente empapado y para la sorpresa del muchacho, cuando lo comenzó a llamar el gatito se acercó inmediatamente, posando su cabeza en la mano del joven. Aunque no era lo que había planeado, él sabía que ese día tendría que salvar a ese pobre animalito.
«En momentos como estos es cuando recuerdo que las cosas siempre suceden por una razón», dijo Belisha.
El joven atrajo al gatito al vehículo y pidió al agente que le alquiló el automóvil, que le diera un par de horas más para llevar al gato a un refugio. Por suerte, aquella persona fue comprensiva y se lo permitió, sin hacer réplica alguna sobre el animal empapado encima del asiento.
Este minino ha sido el más cariñoso desde el primer momento
Sin tanta suerte, una vez en el refugio se enfrentó a la terrible realidad. Pues como el gato tenía ya más de tres meses de edad, el refugio no se encargaría de él sino, simplemente lo devolverían al lugar donde lo encontró porque lo más probable era que el animal fuera capaz de sobrevivir por su cuenta.
«No, gracias», le respondió Belisha.
Dadas las circunstancias, Belisha decidió darle nombre al gatito y lo apodó Popeye. En el refugio le facilitaron una jaula para transportar al animal, pero él no quería separase, ni por un minuto, de su salvador.
«Él no paraba de gritar a menos que lo sostuviera en mis manos», contó Belisha.
Después de entregar el automóvil, el muchacho fue directo a la tienda de mascotas antes de regresar a casa. Una vez en su nuevo hogar, Popeye comenzó a utilizar su caja de arena y no tardó más de un minuto en hacerse amigo del Corgi de Belisha, llamado Goose. El joven comenta que los dos se volvieron amigos al instante, fue como un milagro.
Popeye se acostumbró rápidamente a su vida como gato casero, sin perder nunca la actitud que tuvo, desde el momento en que se acercó al joven en aquel estacionamiento. Incluso insistió en acostarse a dormir en la cama junto a su papá adoptivo y su hermano canino.
Aunque Belisha quería mucho al pequeñín, su vida juntos no podría durar mucho más tiempo, pues con su trabajo de músico y fotógrafo, él tiene una agenda muy ajetreada como para darle al minino los cuidados y la atención que necesita. Por ello se aseguró de encontrar a alguien perfecto para la tarea.
El muchacho contó que una amiga de él lo contactó y se ofreció para darle un hogar al gatito, en caso de que él no pudiera adoptarlo. Antes de apegarse, incluso más al dulce felino, el joven le llevó al animalito a ella.
Aunque Belisha se despidió con mucha tristeza del felino, él está seguro que esto es lo mejor para los dos. Aún en la distancia, él sigue cada día al pendiente de las aventuras del cariñoso Popeye y sabe que en cuanto vuelva a tener la oportunidad irá a visitarlo en casa de su amiga.
¡Te invitamos a compartir esta historia con otras personas para que se inspiren a ayudar a los animalitos sin hogar que vagan por el mundo a la espera de alguien que se fije en las hermosas criaturas que son!