Nuestras mascotas son más que nuestros amigos, son parte de nuestra familia e intentan eliminar esos tragos amargos que suelen venir como secuelas de momentos traumáticos. Los militares de guerra son una población bastante propensa en sufrir de estrés postraumático, debido a las vivencias en el campo de batalla; lamentablemente, es una condición común de los soldados que regresan del combate y empiezan a lidiar con su vida nuevamente.
Los síntomas del estrés postraumático suelen tener episodios que recuerdan el trauma, generalmente como pesadillas o recuerdos repentinos, causando reacciones emocionales intensas que acarrean ansiedad o depresión.
El veterano de guerra, Josh Marino, estuvo en los campos de batalla de Irak por mucho tiempo y tuvo muchas vivencias desgarradoras. Después de regresar a casa volvió a luchar, pero con los efectos del trastorno de estrés postraumático que desafortunadamente lo habían sumergido en un estado depresivo grave, falla extrema de concentración y memoria junto con tendencias suicidas.
Una noche, Marino había decidido acabar con su vida; redactó una carta de despedida donde narraba uno de los recuerdos que más afectaba su vida, el momento en que los morteros explotaron a pocos metros de él en Bagdad. El veterano antes de cometer su suicidio fue por un último cigarrillo bajo la lluvia y recibió un milagro inesperado.
Mientras el hombre fumaba y recordaba cómo había trasncurrido su vida a la que iba a poner fin, oyó varios sonidos que se generaban desde un arbusto, “era un suave maullido”, explica Josh Marino.
En el instante en que el veterano de guerra vio al gatito, su vida cambió por completo, el gato parecía no ser de nadie y se acercó a Josh para frotarse contra su pierna y permitió que lo acariciara. Josh se derrumbó y vio con claridad todo lo que pasaba en su vida, decidió no morir para cuidar de ese gatito.
El encuentro marcó la vida de Josh Marino y decidió hacer un cortometraje junto a la organización Mutual Rescue, llamado “Josh & Scout”, el principal objetivo de esta filmación es mostrar el bienestar que traen las mascotas y los animales en general a la persona e incentivar la adopción.
“Supe que había algo que no podía controlar”, declara Josh. “Dejé de pensar en todos mis problemas, y empecé a pensar en todos sus problemas, y lo que podía hacer para ayudarle”, relata Josh en su cortometraje.
El gato provocó una carga positiva en Josh llamando a su nuevo amigo Scout; él empezó a interesarse en cuidar a Scout, y darle sus platos de comida, descubrió que a Scout le encanta el atún.
A los pocos días, Scout inesperadamente desapareció, pero todo empezó a mejorar para Josh, porque ya sus crisis depresivas quedaron atrás y se sentía realmente bien consigo mismo, comenzó a salir con una mujer llamada Becky y a los pocos meses de relación fueron a visitar un centro de adopción de animales.
Josh quedó cautivado por un gato, le llamó mucho la atención y cuando lo acarició confirmó que era el mismo gato callejero que generó todo este cambio positivo en él y ahí fue cuando adoptó oficialmente a Scout y decidió pasar todos sus días con él.
El gato hizo que Josh quisiera ser mejor persona cada día, dejó el vicio al cigarrillo y empezó una vida deportiva. Todo marchaba excelente, pero un día cuando regresó a casa no encontró a Scout, ¡había desaparecido de nuevo!
Cuando finalmente lo encontró, Scout tenía un comportamiento extraño, el gato no lograba moverse con agilidad, Josh se preocupó y lo llevó al veterinario de emergencia.
A Scout le diagnosticaron leucemia felina, lograron encontrar una transfusión sanguínea que hizo que durara dos semanas más, pero lamentablemente el felino murió después que se le dificultaba respirar.
Me dolió tanto. Me salvó la vida, incluso antes de que fuera mi gato”, comenta Josh.
Una historia muy linda de lo importante que es un animal en nuestras vidas y la influencia positiva que tiene en nuestras decisiones, carácter y ánimos.
Este es el corometraje (en inglés), basado en la historia de Josh y Scout:
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