Los gatitos que llueven del cielo pueden parecer un sueño hecho realidad en teoría, pero visto objetivamente, es una experiencia aterradora que podría resultar mortal. Por suerte para un gatito recién nacido, que literalmente cayó del cielo, el pequeño bebé aterrizó sin lesiones y con mucho amor.
Kendera White, una mujer de Chesterfield, Reino Unido, transitaba por un camino rural, cuando de pronto vio algo que llamó por completo su atención. Ella notó cómo algo caía desde el aire, acompañado de lo que parecía ser el agudo maullido de auxilio de un gatito.
Kendera estaba caminando por este sendero, cuando se topó con algo que caía del cielo
Kendera es amante de los gatos, así que sabría de sobra cuándo un pequeñín está en problemas y este era uno de esos casos. Corrió al lugar donde había visto caer el objeto y, angustiada, vio a un pequeño bultito gris en el suelo.
Sobresaltada, se dio cuenta de que había descubierto un gatito, uno tan diminuto, que sus pequeños ojos aún estaban cerrados. ¿De dónde podría haber venido el gatito? Kendera pensó que quizás pudo haber tenido algo que ver con un ave de rapiña, aunque no hay forma alguna de que pueda averiguar de dónde vino.
Este pequeño bultito gris se salvó por muy poco de un futuro incierto
Esta teoría es sumamente válida, ya que los gatitos que nacen en estado salvaje corren el riesgo de ser capturados por depredadores. Desafortunadamente, los gatitos a veces deambulan fuera de su nido. Allí, se vuelven vulnerables, como ocurrió con este dulce niño.
Por suerte para el chiquitín no solo recibió auxilio inmediato, sino que además el clima estaba bastante cálido y soleado.
Aunque es un centro veterinario rural, aquí atendieron al chiquitín con esmero
Una vez con el chiquitín en brazos, Kendera sabía que no podía dejar al bebé atrás. Ciertamente perecería. Entonces, recogió al gatito y lo metió dentro de su camisa para darle calor.
Kendera se apresuró a llevar al chiquitín volador al veterinario. Aunque el gatito no tuvo lesiones por su caída, su estado de recién nacido significaba que el bebé necesitaba mucho cuidado. Cuando llegó con el especialista, el gatito bebió una botella entera de leche.
El chiquitín estaba hambriento y en perfecto estado de salud
Sky, que fue el nombre que le dieron al gatito, contó con demasiada suerte. Geraldine Mott, una voluntaria, tenía bajo su cuidado a una madre con su camada de gatitos de cuatro semanas de nacidos. La pequeña familia recibió a Sky con las patas abiertas.
Los cuidados de su madre sustituta van acompañados del amor de Geraldine, por lo que el pequeño Sky está en vías de ser un gato fuerte, saludable y feliz. No dudamos que con su historia de vida, muy pronto consiga a una familia que quiera cuidar de este tesoro, “caído del cielo”.
No te vayas sin compartir la emotiva historia de este afortunado gatito que cayó en las más adorables manos.