Los gatitos son animales realmente especiales, su personalidad sale muchas veces del prototipo noble y dulce de las mascotas pero saben exactamente cómo lograr que los humanos caigamos a rendidos ante sus “patitas”. De hecho, muchos tenemos la sospecha que nos utilizan de la manera más descarada posible para que hagamos exactamente lo que ellos quieran, la verdad es que en la mayoría de los casos aunque estemos conscientes de eso, es difícil no seguirles el juego.
Y aparentemente un carnicero en Turquía no se escapó del poder de convencimiento de un gatito que llegó a hacerle un pedido muy especial.
El gatito de pelaje grisáceo y patas color blanco llegó a la carnicería con un propósito que cumpliría a toda costa. Como si se tratara de un cliente común, él se paró sobre sus patas traseras y apoyando las delanteras en el mostrador, comenzó a maullar sin dejar de mirar al hombre por el cual esperaba ser atendido con la cortesía y respeto que un felino como él se merecía.
Mientras alguien decidió grabar la escena, el carnicero sin dudarlo comenzó a escuchar con atención el pedido del gatito.
Evidentemente existía una confusión de idiomas, así que el hombre comenzó a señalar la mercancía exhibida una a una para que el exigente felino pudiera decidir su favorita. No fue hasta que el gatito movió su cuerpo un poco más rápido en un tipo de carne específica que el carnicero supo que era lo que el pequeño cliente deseaba.
De manera profesional el hombre se puso un guante de plástico, y buscó el trozó de carne que el gatito había demandado.
Dirigiéndole algunas palabras al respetado cliente, el carnicero se irguió por encima del mostrador y dejó caer una jugosa y fresca porción de carne ante los ojos y el agrado del inteligente gatito. Por su parte, el complacido animal comenzó a degustar de su plato en ese mismo lugar.
Mientras el hombre no podía dejar de mirarlo con una expresión de satisfacción y ternura en su rostro.
Aquí puedes ver el video que enamora a millones:
El comportamiento ejemplar del hombre se debe a que en Turquía les tienen mucho respeto a los gatos y de hecho es uno de los símbolos de Estambul, la ciudad más poblada de dicho país. Estoy segura que después del trato especial que recibió, se convertirá en un cliente fiel de esta carnicería.
No dejes de compartir esta curiosa historia que seguramente le alegrará el día a muchas personas.