Una persona de buen corazón vio a un gatito en las calles del sur de Los Ángeles. El pequeño callejero parecía tener una infección leve en las vías respiratorias superiores y una deformidad en la cara.
La amable persona lo recogió y contactó a un rescatista local, con la esperanza de obtener la atención médica y la atención especializada que necesitaba.
Mel supo que este chiquillo necesitaba ayuda más que ningún otro
Jacqueline DeAmor, fundadora de Friends for Life Rescue Network, fue notificada sobre el pequeño atigrado. Ella inmediatamente se ofreció a ayudar.
Apenas notó que el chiquillo tenía una hendidura decidió ayudarlo de inmediato. Muchos gatitos que nacen con este problema en la nariz, suelen tener problemas médicos severos.
Con la ayuda de la comunidad de rescate, el gatito llamado Jacob fue transportado a Friends for Life Rescue Network al día siguiente. Tenía alrededor de cinco semanas, estaba un poco desnutrido y cubierto de pulgas.
Lo limpiaron, trataron sus ojos y le dieron un plato lleno de comida para gatitos. El pequeño se sintió mucho mejor y se fue a dormir con el estómago lleno esa noche.
Jacob, el hermoso gatito que recibió una segunda oportunidad
Los primeros días, el gatito dulce con una nariz hendida parecía un poco confundido, pero definitivamente estaba muy feliz de tener un hogar de acogida seguro y una familia amorosa para cuidarlo.
Mel Lamprey y su esposo Zane, voluntarios de acogida del rescate, han estado cuidando al pequeño atigrado y atendiendo a sus necesidades.
El pequeño Jacob tenía algunas complicaciones, pero estaba dispuesto a luchar
Los ojos desiguales de Jacob se deben a que la forma de su cráneo es un poco diferente. Su mandíbula no está centrada correctamente.
Su mandíbula está desalineada y se le está clavando un diente en la placa superior. El gatito fue llevado con un especialista dental y también visitó a otro veterinario para confirmar si tiene hidrocefalia.
Sin importar los resultados de las pruebas, los padres adoptivos de Jacob están dispuestos a darlo todo para ayudarlo.
En su nueva casa, el chiquillo no solo descubrió cómo ronronear, sino que también aprendió a disfrutar de los abrazos. A Jacob le gusta que lo abracen todo el tiempo. Lo hace sentir consolado y amado.
Jacob está mejorando a pasos agigantados
El gatito, que llegó a las manos de Mel y Zane con problemas de peso, ganó algunos gramos en sus primeras semanas, por lo que su actitud dio un cambio considerable.
Sí, debe afrontar algunos pequeños inconvenientes de salud, pero nada que le impida amar y ser amado, así como tener una vida feliz.
Jacob es un buen ejemplo de que todos, ¡todos! Merecemos una segunda oportunidad, sin importar nuestras limitaciones. Si opinas lo mismo, comparte esta historia con tus amigos.