Mohamed Haydar, un ingeniero residente en el Líbano, estaba trabajando en una obra cuando un pequeño gatito callejero apareció y decidió quedarse a su lado.
El hombre consiguió a la pequeña en una fosa, así que la sacó cuanto antes para garantizar su seguridad, sin imaginar lo que ocurriría después.
Osha llegó por accidente a una fosa peligrosa
La gatita siguió a Mohamed por todo el sitio de la construcción mientras él estaba atendiendo los asuntos de su trabajo.
Parecía que la pequeña quería más atención que comida, así que se mostró muy amigable.
Ese día, la gatita se convirtió en la pequeña compañera de trabajo de Mohamed, y lo siguió a todas partes hasta que él la llevó a su oficina.
Debido a que hay muchos gatos callejeros en los alrededores de la obra, Mohamed, que ama a los gatos y tiene a dos de ellos en casa, constantemente tiene comida especial en la oficina, con la cual le ofrece un poco de alimento a los mininos locales siempre que puede.
Ese día estaba dispuesta a seguir a Mohamed por todos lados
Mohamed pensó que la gatita había llegado a la obra quizás por accidente, al alejarse demasiado de su familia. Le ofreció algo de comida y agua. Después de tener la barriga llena, la dulce niña atigrada se acurrucó en el regazo de su amigo y se quedó dormida.
La gatita era muy cariñosa y solo quería abrazar y ser abrazada. Fue entonces cuando Mohamed tomó la decisión de cuidarla en la oficina hasta que pudiera encontrarle un buen hogar.
Amistosa y graciosa, Osha se ganó el corazón de su salvador
Sin embargo, esta pequeña gatita ya tenía otros planes: robar el corazón de su buen amigo humano. Dos días después, Mohamed habló con su prometida acerca de traer a casa un nuevo miembro para la familia.
Llamaron a la pequeña Osha, le dieron la atención médica que necesitaba y oficialmente la hicieron parte de su familia. Esta chiquilla fue demasiado cariñosa y especial desde el principio, era inevitable cerrarle las puertas a la posibilidad de tener una familia amorosa.
Pronto llegó al que se convertiría en su hogas definitivo
Ya en casa, Osha demostró que podía ser una mascota como pocas. Juguetona, inteligente y traviesa, estaba dispuesta a manifestar en cada acción lo agradecida que estaba por haber conseguido el hogar que anhelaba.
Fue así como esta gatita pasó de estar en una fosa fría y peligrosa de una construcción, a estar en un lugar tibio y acogedor con todas las comodidades. Ella sabía que la oportunidad era única y cuando Mohamed fue gentil con ella, lo adoptó para siempre como su humano especial.
Osha tiene a hermanos gatunos con quienes compartir
La amistad de Osha y Mohamed merece ser compartida en las redes sociales, ¿no estás de acuerdo?