La fortuna no siempre le sonríe a todo el mundo; lo mismo pasa en el mundo animal, ya que muchos animalitos son abandonados o quedan huérfanos a su suerte. Suerte que para muchos de ellos cambia al encontrar ángeles que les salvan la vida
Lamentablemente, en todos los lugares del mundo hay animales que no tienen un hogar ni a alguien que cuide de ellos y es por esto que siempre hay que tener un poco de conciencia y buena voluntad.
Debemos ayudar siempre a estos animales que tristemente andan solos y desamparados. El hecho de ser animales no los inhibe de necesitar un techo, comida o un poco de amor; así como podemos ayudar a un ser humano, también podemos hacerlo con los animales.
Este es el caso de Benett, un gatito que vivió en un techo de alguien en los Ángeles. El pequeño gatito fue encontrado con apenas cuatro semanas de vida y junto a sus dos hermanos.
El propietario del techo donde se habían refugiado hasta ahora ya no los quería en ese lugar y en momento nada agradable tuvieron que salir corriendo para refugiarse en otro lugar. Fue así como llegaron y treparon un árbol cercano.
La dueña de ese árbol afortunadamente presenció la escena y fue capaz de ir hasta los gatitos para ayudarlos a bajar. Sin embargo, uno de los gatitos se hizo su propio camino y fue encontrado más tarde en el auto de esta mujer, él era Benett.
Más tarde pudieron constatar que el gatito debió haberse caído del árbol porque se encontraba muy maltrecho, no quería comer y parecía como si poco a poco se debilitaba cada vez más y más.
Además de todo esto, el pequeño apenas si podía abrir sus ojos, estaba terriblemente congestionado y respiraba con dificultad. Parecía que podía darse por vencido en cualquier momento.
Sin dudar, esta bondadosa mujer inmediatamente localizó a Jacqueline, cofundadora de Friends for Life RescueNetwork (Red de rescate de amigos por la vida), quien ayudó y cuidó de los gatitos; les dio toda la atención que ellos necesitaban, especialmente a Benett que era el que más grave se encontraba.
Después de días de esfuerzo, trabajo y, sobre todo mucha atención se logró que el pequeñín se recuperara. Actualmente, ya es lo suficientemente fuerte y saludable para ser un gatito independiente.
Sabía que estaría bien cuando su nariz comenzó a despejarse y se convirtió en un comedor voraz”, contó Jacqueline.
Un poco de ayuda puede cambiar por completo la vida de un pequeño ser.
Gracias a estas personas el gatito ahora está en perfecto estado y no puede parar de ronronear de tanta felicidad, ahora es un gatito nuevo con muchas ganas de jugar, al igual que el resto de sus hermanos.
Comparte esta noticia y recuerda que siempre debemos ayudar a aquellos animales que no tienen nada más que a ellos mismos, ¡ellos también necesitan amor!