Un adorable gatito llamado Beans, disfruta de una nueva oportunidad tras ser rescatado dentro de una caja de cartón. Desde el primer momento en que vio a su rescatista no paró de sisear y llorar.
A pesar de ser muy pequeño, usó su instinto para esconderse, por lo que su rescatista tuvo que llenarse de mucha paciencia para poder ganar la confianza del pequeño peludo. Después de varios minutos, Beans se dio cuenta que era una buena persona y finalmente cedió ante sus encantos.
Gatito disfruta de una nueva oportunidad, ahora no para de ronronear y llamar la atención.
Ryann Torrero miembro del grupo de rescate que acogió al gatito comentó al respecto:
“El gatito fue encontrado en una caja en un área cerrada en un edificio de oficinas cerca de Van Nuys, California. Estaba muy asustado al principio e inseguro con los humanos. Siendo tan pequeño y sin su mamá o hermanos, es completamente comprensible”.
Poco a poco el gatito fue saliendo de su caparazón. Solo bastó que sus rescatista lo acariciara en la espalda para que dejara escapar los ronroneos más dulces.
Sin dudarlo, se acercó a Taylor, su rescatistas, suavemente se rascaba la cabeza junto a él.
Taylor acudió a las redes para pedir ayuda, fue entonces cuando apareció Ryann, quien se puso en contacto con Baby Kitten Rescue, un grupo de rescate local en Los Ángeles y le preguntó sobre un hogar de acogida. La fundadora Caroline Grace, compartió al respecto:
“Le dije que estábamos llenos, pero que la respaldaríamos y lo llevaríamos al rescate si podía acogerlo. Y ella estuvo de acuerdo. Recogió suministros ese día y le di instrucciones sobre cómo cuidarlo. Beans tenía entre 5 y 6 semanas y ya comía comida húmeda como un campeón”.
Ryann aceptó ser la madre de acogida del pequeño minino, en su primera noche en casa, el dulce gatito parecía un poco nervioso, se escondía debajo de la cama y en ocasiones salía para recibir algunos mimos.
Al día siguiente, se animó a salir de su escondite y enfrentar su nueva realidad con la mejor actitud.
El miedo había quedado en el pasado, comenzó a jugar con juguetes y explorar cada rincón de su nuevo hogar. Al respeto su madre de acogida comentó:
“Comenzamos a ver su personalidad muy divertida, adorable y traviesa”.
No pasó mucho tiempo para que este adorable gatito se convirtiera en una bola esponjosa y llena de energía.
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Beans estaba amando su nueva vida y no dudaba en demostrarlo, disfrutaba de buena comida, muchos juguetes, una cama limpia, y lo más importante, el cuidado de personas maravillosas que velaron por su bienestar.
“Después de un par de días, pudimos ver la confianza de Beans y su comprensión de que estaba a salvo. Su personalidad estaba saliendo con toda su fuerza. Es extremadamente curioso y travieso. Le encanta abrazar y estar en contacto cercano con su gente. Ronronea cada vez que recibe cariño y mimos. Es precioso, divertido, astuto, dulce y todo lo que podrías desear en un gatito”.
El pequeño gatito tímido se ha transformado en un peludo enérgico y amoroso. Cada día disfruta de su hogar de acogida y todo el amor que Ryann y su pareja le dan.
“A Beans le encanta tumbarse al sol por las tarde, quedarse dormido tocándote de alguna manera, perseguir su pequeña pelota de fútbol, atacar sigilosamente sino estas prestando atención. Se divierte mucho desafiándose a sí mismo saltando desde los muebles. La mejor parte es verlo dormirse con la barriga llena, después de un baño tibio, en cobijas grandes y esponjosas sabiendo que estaba a salvo. Ahora, es el gatito más lindo, feliz y esponjoso”.
Son muchos los gatitos rescatados y temblorosos de las calles que llegan a convertirse en el centro de un hogar. Gracias a quienes hacen la diferencia.
Recuerda que el amor no se compra, se adopta, se rescata.