El dueño de un granero nunca se imaginó que encontraría a una criaturita muy especial escondida debajo de un montón de heno. Se trataba de una gatita pequeña completamente sola y era necesario ayudarla cuanto antes.
Debbie Harris, una de las voluntarias de una fundación para animales en Virginia, recibió una llamada sobre este gatito huérfano. El dueño del establo se encontraba desalojándolo para su demolición.
Esta pequeñita estaba muy bien escondida entre el heno
Debbie acudió al llamado y junto con las personas que trabajaban en el establo, comenzaron a buscar por todos lados a la madre de esta gatita y a sus hermanitos, pero la búsqueda fue inútil.
Entonces llegó el momento de preguntarle a la voluntaria si podría hacerse cargo del indefenso y ella ni siquiera lo dudó.
Calcularon que esta pequeña gatita tendría unas tres semanas de edad, aproximadamente. Aunque parecía asustada, en el fondo lo que esta pequeña necesitaba era un poco de amor.
Fue salvada antes de que el granero se demoliera
Debbie explicó que los gatitos muy pequeños pueden silbar cuando se sienten muy amenazados. Es un mecanismo de defensa mediante el cual alertan a la madre sobre algún peligro e incluso a sus hermanos.
La proteccionista llevó a esta pequeña atigrada a casa, donde pudo hacerse cargo de ella como merecía. Adicionalmente le dio un gran oso de peluche con el cual podía sentirse acompañada y segura.
Aquí puedes ver la linda evolución de estos pequeñitos
Casi al mismo tiempo, otros tres gatitos huérfanos llegaron a la casa de Debbie. Estos desartunados fueron hallados por una familia en el campo y los proteccionistas colocaron algunas trampas en los alrededores con la esperanza de capturar a la madre.
Debbie dedicó algunos días a suministrar los cuidados más importantes a los nuevos huerfanitos, hasta que llegó la hora de reunirlos con la pequeña del granero.
Este gran peluche le sirvió de consuelo en ausencia de una madre
Ella estaba sumamente emocionada con la idea de que este solitario tuviera hermanitos para jugar y con los cuales acurrucarse.
La socialización en los gatos muy jóvenes realmente es esencial, sobre todo para evitar que se hagan animales salvajes.
Estos tres pequeñitos necesitaban comida, calor y mucho amor
Por fortuna, todos estos gatitos tenían casi la misma edad y se sintieron muy felices de estar juntos.
Debbie miró conmovida cómo estos chiquillos comenzaron a jugar entre sí y con cuánta satisfacción se amontonaban unos con los otros, para darse calor.
La madre de los tres pequeños que fueron hallados en el campo no ha sido encontrada, sin embargo, Debbie está trabajando duro para que los gatitos evolucionen y muy pronto puedan ser dados en adopción.
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