En días recientes, una buena samaritana se percató de una pequeña gatita recién nacida que lloraba desesperada y sola. Su madre felina no se hallaba por ningún lado, y la evidente vulnerabilidad en la que se encontraba la cría le hizo entender a la mujer que necesitaba ayuda de inmediato.
La pequeña Janie nació con fiebre, tal vez producto del estrés sufrido por la madre durante el parto. Así que, Melissa, protagonista de esta historia y además fundadora de Tiny But Mighty Kitten Rescue, se ofreció a encargarse de alimentar a la minina con biberón durante todo el día.
Asimismo, aprovechó que en ese momento tenía una gata lactante a su cuidado para presentársela, con la esperanza de que la nueva mamá adoptiva la aceptara como suya y le brindara el amor que tanto necesitaba y merecía. Poco a poco, la minina se fue desarrollando y los verdaderos colores de su pelaje fueron emergiendo.
A través de una correcta dieta diaria y una cómoda incubadora para dormir la siesta, la pequeña guerrera reavivó su ánimo y comenzó a engordar y a crecer hermosa, gracias a June, la madre sustituta, una callejera embarazada a quien Melissa ayudó a dar a luz a una saludable camada de cuatro orejudos.
“Tan pronto como pude presentarlos de manera segura, June aceptó inmediatamente a Janie como suyo y tuvo que lamerla y limpiarla durante unos buenos 10 minutos”, dijo Mellissa.
Tanto June como sus hijos acogieron desde el primer día a la afortunada Janie, acurrucándose tiernamente a su lado, en una hermosa melodía de ronroneos y lamidas de cariño a modo de bienvenida.
Gracias al cuidado, vigilancia y cariño de su nueva familia, durante las siguientes semanas Janie aprendió a comer y beber como una gatita grande y sus piernas fueron lo suficientemente fuertes como para que se uniera a jugar a las carreras con sus hermanos bigotones, en especial con su hermanita Jasmine su «alma gemela».
Janie y Jasmine tan distintas y tan parecidas en realidad
“No hay un momento aburrido cuando estas dos están juntas, creando payasadas y correteando de un lado a otro del lugar como si fueran las dueñas. Definitivamnte, Janie y Jasmine estaban destinadas a ser ‘hermanas’ desde el primer día”, compartió Melissa en sus cuentas de las redes sociales.
Al ver la publicación de la historia de Janie y Jasmine, una estupenda familia se enamoró perdidamente de la pareja y decidió adoptarlas a ambas. En su nuevo hogar, que se dedicaron a explorar hasta instalarse plenamente, las amigas para siempre fueron rebautizadas como Flora y Fauna.
Janie es, hoy en día una preciosa gata de esmoquin con el collar pequeño más lindo que podrás ver y mechones en las orejas. Jasmine heredó el blanco y gris de su amorosa madre. Las dos han sido inseparables desde el día en que se conocieron. Ahora, pueden pasar el resto de sus vidas juntas en un bien llamado hogar.
Comparte esta historia con tus familiares y amigos. La vida de todos los animales puede depender de ti. Son invisibles para muchos, pero, no para todos. Si tú eres de los que los “ven”, hay mucho que puedes hacer por ellos.