Esta es la historia de una pequeña bola de piel cubierta de suciedad, además de estar un poco enferma, lo que le provocaba estornudos a toda hora.
La gatita no paró de maullar cuando encontró un simpático chico en busca de comida, cuando el chico la vio sabía que no podía dejarla ir.
El chico que encontró a esta pequeña se llama Casey Shaw, y se encontraba patinando en el parque cuando la gata se le acercó.
«La vi mientras yo estaba afuera en mi patineta, ella no era tímida en lo absoluto y sólo vino hacia mí y empezamos a jugar», dice Casey con respecto a la gatita.
Lo primero que hizo Casey fue tomar una caja de su coche, colocó a la gatita en ella y la llevó directamente a un veterinario
En el veterinario le diagnosticaron que tenía una infección en las vías respiratorias superiores y también una infección en sus ojos. Le aplicaron todo el tratamiento necesario para mejorar y ahora es una gatita saludable.
Casey Shaw se siente afortunado y dice que no puede imaginar cómo sería sino la hubiese encontrado en ese preciso momento, de otra forma la pequeña gatita seguiría vagando enferma. Casey piensa mucho en los otros gatos y otros animales que viven solos en las calles como, lo hacía esta gatita.
Cuando la gatita fue encontrada, se le estimó en el consultorio veterinario que tenía unas cinco semanas de nacida. Casey llamó a la gatita Margot, ella estaba tan feliz de tener un techo sobre su cabeza y de tener una familia para amar.
Desde que salió del veterinario empezó a quedarse dormida en el regazo de su humano y no para de ronronear de felicidad.
Margot ahora busca un agente protector y tiene sentido, porque ella fue separada de su madre demasiado pronto y todavía está en su etapa de ser cuidada y usar mantitas y cariños con buenas dosis de amor.
Pasaron unos días después cuando sus oídos se alzaron y sus ojos se abrieron de par en par. Ahora, la pequeña Margot es toda una maestra sobre la patineta y su estilo es natural. Sin duda, Casey le ha enseñado muy bien.
Una de sus cosas favoritas también es ser alzada como un bebé, ella simplemente ama la atención constante y el afecto», dice Casey.
«Ahora es una gata muy feliz y juguetona en un hogar amoroso y me alegro de poder darle la vida que se merece», comenta Casey. También cuenta que a Margot le fascina ir de paseo con sus humanos.
Después de un año de ser rescatada, Margot se ha convertido en una gata preciosa con una cola increíblemente suave. No queda rastro de la bola de pelos sucia que era cuando conoció a Casey.
«Me gusta pensar que ella sabe que la salvé, que quiere estar constantemente cerca y confía plenamente en mi novia y en mí».
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