La vida en las calles para un animal no es nada sencilla, especialmente si son peluditos muy pequeños que todavía no entienden los peligros a los que están expuesto. Duchess es una gatita muy pequeña que sufrió una herida que la dejó con la mandíbula rota.
Los veterinarios creen que la herida de Duchess fue causada por un auto.
Cuando la encontraron estaba a punto de perder la vida pero decidieron darle una oportunidad y llevarla al hospital veterinario.Una vez que le realizaron una serie de pruebas confirmaron que su caso era muy grave.
Era un verdadero milagro que siguiese con vida así que decidieron que no se iban a rendir con ella.
«Tenía muy pocas posibilidades de sobrevivir, pero ella es fuerte», dijo su rescatista.
Algo dentro Duchess parecía tener mucho amor y fuerzas para seguir luchando. La gatita pasó un mes en cuidados intensivos. Había sufrido una fractura de mandíbula que no le permitía alimentarse como cualquier otro felino.
Duchess utilizaba una sonda de alimentación para poder mantenerse con vida.
Crystal Tate escuchó la desgarradora historia de la gatita y decidió brindarle un par de visitas al veterinario. Después de tan solo unas horas junto a ella comprendió que ya no podrían separarse. Su historia le había llegado al corazón y estaba dispuesta a hacer cualquier cosa por ayudarla.
“El día que la conocí apenas estaba comenzando a sanar de la fractura. Le acababan de extraer la sonda de alimentación y estaba muy delgada”, recuerda Crystal.
Los veterinarios no tardaron en notar la bonita relación que formaron Duchess y Crystal así que le preguntaron si estaba dispuesta a adoptarla. Lo peor de su tratamiento ya había pasado y poder pasar unos días en un hogar lleno de amor, la ayudaría a mucho a recuperarse por completo. Crystal no lo pensó dos veces y la llevó a casa. Ahora está segura de que fue la mejor decisión de su vida.
“Ella me recuerda que cada día es un regalo y que los milagros realmente suceden. Ha crecido mucho y no podría estar más orgullosa”, celebra Crystal.
La tierna Duchess ha quedado con su mandíbula un poco torcida pero es la gatita más feliz del mundo.
Después de pasar por una experiencia tan dura, sabe valorar al máximo la bonita vida que lleva con su nueva humana. Se han vuelto inseparables y Duchess se convirtió en la reina de la casa. La mejor prueba de que se encuentra sana y salva es que nunca para de hacer travesuras.
No hay nada más gratificante que ayudar a un animalito en apuros. Ellos a cambio nos dan una vida llena de amor. ¡Comparte!