Lucy es una adorable gatita que fue rescatada cuando solo tenía tres semanas de nacida, es una pequeña calicó color crema que salió de las calles gracias al programa TNR (capturar-esterilizar-soltar).
Fue la única sobreviviente de su manada, desafortunadamente, su madre, una gata salvaje, no podía cuidarla de manera segura.
Gatita escapa de su corral y termina siendo amiga de nuevo gatito de acogida.
La pequeña gatita fue llevada a Tiny but Mighty Kitten Rescue en Ontario, Canadá, donde podía disfrutar de una mejor calidad de vida.
Desde el primer momento en que llegó, sus cuidadores notaron que se trataba de una gatita con bastante personalidad, era muy traviesa y excesivamente vocal.
Su espíritu era libre y conquistador, le encantaba llamar la atención y no aceptaba un «no» por respuesta.
Lucy nunca antes había tomado leche de un biberón, así que aprender a comer directamente de una botella fue todo un reto que superó con éxito.
La dulce gatita demostraba ser muy independiente pero también muy cariñosa.
Mellissa, la fundadora de Tiny but Mighty Kitte Rescue, comentó al respecto:
“Le di un conejito de juguete de peluche que era casi del mismo tamaño que ella, y le encantó. Recibió mucha atención, tiempo de abrazos y prácticas de caminar después de cada botella”.
Lucy siempre se las arreglaba para obtener lo que quería, si se cansaba bastaba con ronronear tiernamente para que la llevaran de vuelta a su cuna.
Cuando cumplió cuatro semanas, comenzó a ser más exigente y demandar más tiempo de atención. Durante ese tiempo, la gatita recibió la visita de otro peludito que se convertiría en su mejor amigo.
El nuevo gatito llamado Luke, fue rescatado de un porche. Era de la misma edad de Lucy por lo que podían convertirse en grandes cómplices de travesuras.
“Era súper enérgico y le gustaba atacar al juguete de peluche. Comenzó a ronronear cuando lo abracé”, dijo Mellissa.
La idea principal era esperar dos semanas para poder presentar a los mininos, pero la traviesa Lucy no podía esperar.
A la hora de la comida, la gatita escuchaba los maullidos de Luke y se ponía muy ansiosa para encontrarlo, tan solo un par de días después, escapó de su corral para encontrarse con su el nuevo integrante de su hogar de acogida. Al respecto su cuidadora comentó:
“Salí de la habitación de Lucy para tirar algo a la basura y ella corrió hacia Luke. Estaba tan emocionada de ver otro gatito de su tamaño. Comenzaron a jugar al instante”.
Afortunadamente, ambos peluditos estaban muy emocionados de conocerse, comenzaron a abrazarse y jugar. Fue una conexión inmediata que irradió de magia el lugar.
Su vínculo era tan fuerte, que Mellissa tuvo que mover el corral de Luke y Lucy a la habitación principal para que ambos pudieran ser supervisados al mismo tiempo.
“Cuando estos dos gatitos huérfanos se conocieron por primera vez, se convirtieron en nuevos mejores amigos”, comentó Mellissa.
La dulce gatita insistía en compartir con su nuevo mejor amigo, pasaban la mayor parte haciendo travesuras o durmiendo la siesta abrazaditos. Era una hermosa dupla que trasmitía complicidad y amor infinito.
Durante las siguientes semanas este par se volvió inseparable, disfrutaban crecer en su hogar de acogida y conquistar el corazón de su cuidadora.
Su próximo reto era encontrar un hogar permanente. Por fortuna, no pasó mucho tiempo para que una familia se enamora de los peluditos y decidiera adoptarlos juntos.
Luke y Lucy se instalaron en su nuevo hogar donde pasan sus días siendo muy consentidos y amados por sus nuevas personas favoritas.
Tienen un nuevo hermano felino llamado Beans, junto a London, el perrito de la familia, son una adorable manada que aman jugar y compartir la siesta.
Luke y Lucy desde el primer momento crearon un hermoso vínculo, nos encanta saber que crecen a pasos agigantados y pasaran el resto de sus vidas disfrutando de una verdadera familia.
Adoptar siempre será la mejor opción para transformar la vida de aquellos que tuvieron un pasado lleno de infortunios.