Pixie, una linda y traviesa gatita de 12 años que vive con su humana, Beth Wilson en el Reino Unido, ama jugar con juguetes de peluche y objetos inanimados como si fuera una niña en el jardín de su casa.
Como todos los gatos, Pixie es muy curiosa y le gusta explorar todo su alrededor en compañía de sus juguetes, como si quisiera hacerlos partícipes de sus aventuras.
La minina disfruta mucho paseando por el jardín pero no va solita, sino que en su boca siempre lleva algún tigrito, un pequeño león o un gatito idéntico a ella en miniatura.
Wilson, la humana de Pixie, a veces la sigue y al menor descuido le toma fotos, pero si ella se da cuenta, de inmediato se queda tranquila y deja el juguete.
“No le gusta que la vean divirtiéndose con sus peluches. Si se da cuenta de que la estoy observando, se detiene y deja el juguete», dijo Wilson.
Le encanta tumbarse de espalda y muy cerca de ella se puede ver a alguno de sus animalitos de peluche. No le gusta jugar sola a esta gatita y siempre tiene a sus peluches como compañeros de juego. Es una ternura, se comporta como una niñita pequeña y da gusto verla divertirse de esa manera.
La gatita piensa que sus juguetes tienen vida y que disfrutan como ella
Pixie siempre juega con sus peluches sin importar el clima que haya afuera
«En verano le gusta llevar sus juguetes al jardín. A veces solo los lleva de excursión y luego regresan a la casa. Otras veces, se quedan en el invernadero. Si pongo una manta sobre el césped para sentarse, pone juguetes en ella. En invierno simplemente lleva los juguetes a la casa y juega con ellos en una habitación», dijo la mujer.
Además Pixie es muy cuidadosa con sus juguetitos, cuando viene a su casa la persona que hace la limpieza, recoge todos los peluches y los coloca ordenaditos en el sitio que les corresponde, y después cuando la amable mujer se retira los toma de nuevo para iniciar sus aventuras con ellos.
La linda gatita se ha convertido en un miembro más de la familia y aparte de sus travesuras y paseos, comparte mucho amor con sus humanos.
«La tengo como mi gatita hace 12 años. Ella cambió mi vida totalmente … Me cuida cuando me siento mal y siempre me anima», señaló Beth Wilson.
Qué hermoso es ver como una tierna y juguetona gatita se convierte en una compañía dulce y amorosa para sus humanos.
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