Los gatos son unas de las criaturas más higiénicas que existen, es probable que cuando veas alguno de estos lindos felinos, estén pasando su lengua sobre su pelaje para limpiar cualquier rastro de suciedad.
Sin embargo, hay ocasiones en que el ambiente no es el idóneo para que un gato pueda mantenerse limpio, y si el gatito vive en las calles, tarde o temprano el felino estará sucio y deprimido, debido a que la higiene tiene un factor muy importante en su salud y en su emociones.
En Tailandia, una particular historia se hizo viral rápidamente, protagonizada por una mujer común que se convirtió en la heroína y rescatista de una gatita. La mujer vive en Phuket, una ciudad ubicada en una isla de Tailandia, y mientras iba de camino a su trabajo, un sonido llamó su atención.
Después de varios minutos, la mujer pudo visualizar que era una gata dentro de un pozo de agua poco profundo en un campo de arroz que fue inundado por las fuertes lluvias.
Cuando pudo rescatar a la gatita, la mujer no podía creer el deplorable estado en el que estaba. La felina tenía una terrible condición en su piel que hacía que la pobre estuviera llena de llagas, también su pelaje estaba reseco y quebradizo.
Afortunadamente, la mujer sabía qué hacer debido a que ella fue voluntaria y trabajó con la fundación Soi Dog en Tailandia, así que contactó con ellos al instante después del rescate.
La mujer llevó a la gatita a la clínica de Soi Dog para que recibiera la atención veterinaria rápidamente y lograran curar o tratar a la gatita.
“Estaba muy deprimida y parecía haberse rendido. Al principio, nuestros veterinarios lucharon para que comiera porque ella estaba muy deshidratada”, comentó Maeve Henry, un portavoz de la fundación.
Pero el equipo no se rindió y le dieron un hermoso nombre a la gatita. Ahora la gata se llama Rose y estaba lista para un rotundo cambio en su vida. Los veterinarios le dieron medicamentos para tratar el problema de su piel y también varios antibióticos.
Le limpiaron las orejas a Rose porque estaban muy sucias, todas las costras que tenía en su piel las tuvieron que tratar con fármacos antisépticos. La gatita respondió positivamente ante el tratamiento y de pronto volvió su apetito e ingirió todos los alimentos que le proporcionaban.
Prontamente, Rose tenía un nuevo aspecto y también una nueva actitud. Ahora era dulce y amorosa, y trataba a todos con cariño, sabiendo que cada uno estaba allí para ayudarla y quererla.
Dos meses después del rescate, Rose era una nueva gatita y fue adoptada por René Carnieletto. Carnieletto renombró a Rose como Mukki, él se comprometió en brindarle un amoroso hogar y a cuidar a la dulce gatita.
La vida siempre nos demuestra que nada es imposible y que los cambios pueden ser positivos si en verdad lo deseamos. Es hermoso ver el cambio de la gatita, asombroso.
¡Comparte la historia de la hermosa felina en tus redes sociales y se la voz de para ayudar a los más desamparados!