Jon Gulla, de Indiana, un día llegó a casa con dos gatitos negros. Los había rescatado y les había puesto por nombre Jack y Julie.
Su madre, Lorinda Roberts, no tuvo problemas en permitir que se quedara con las mascotas, en especial porque Julie tenía una conexión muy especial con Jon.
Julie, la gata consentida de Jon.
Era el año 2012 y Jon estaba cerca de culminar la preparatoria. Pronto tendría que mudarse a una residencia universitaria y Lorinda le prometió a su hijo que cuidaría muy bien de sus gatos mientras él estuviera ausente.
Sin embargo, un lamentable accidente impidió que Lorinda mantuviera a salvo a los amados gatos de su hijo.
Lorinda intentó encontrar a Julie por todos los medios
Julie había escapado de la casa y corrió hacia la carretera, donde Lorinda no pudo darle alcance, por más que lo intentó. La gatita de Jon se había perdido.
Ese día Lorinda pasó buena parte del tiempo tratando de hallar a Julie, pero al no tener suerte, tuvo que darle la mala noticia a su hijo.
De vuelta en casa, Jon también se unió a la búsqueda, pero una grave noticia haría que la pérdida de la mascota quedara en segundo plano: al joven le habían detectado un linfoma y debía ser tratado urgentemente.
Pasaron los años y Jon se sometió a un tratamiento riguroso. Una vez fuera de peligro, comenzó a trabajar como transportista, se casó con su novia de varios años y comenzó a tener una vida estable y normal. Eso sí, jamás olvidó a su amada Julie.
Jon y su esposa aman a los animales. También tienen un perro llamado Boo Boo.
Seis años más tarde, Lorinda, la madre de Jon, encontró en Internet el sitio PawBoost Lost & Found Pets.
Allí alguien reportaba a una gatita callejera que vivía en un cobertizo, debajo de una casa en Carmel, Indiana.
El reporte de Paw Boost que llamó la atención de Linda y la llenó de esperanzas
La gata era sumamente asustadiza y no se acercaba jamás a los humanos, solo salía de su escondite para comer cuando la familia que vivía en la propiedad la alimentaba.
Lorinda se sorprendió al ver la foto del animal, porque era exactamente igual a Julie y en su corazón se encendió una luz de esperanza.
Al comparar las fotos del cartel de Julie y la publicación de Paw Boost, las características coincidían.
Jon y su madre no tardaron en trasladarse hasta el lugar y lo que ocurrió fue sencillamente maravilloso.
El joven caminó hacia el cobertizo y una vez allí llamó a la gata por su nombre. Julie salió de inmediato a reunirse con su amo y su emoción era tal, que no podía dejar de ronronear. ¡Jon había encontrado a su gatita seis años después!
Julie vuelve a estar en el regazo de su amo, ¡seis años más tarde!
La dueña de la casa se sorprendió al ver la reacción del animal, que jamás se había aproximado a ningún humano.
Jon y su madre notaron que a pesar de estar en un cobertizo, Julie estaba bastante bien de salud y muy agradecidos por este milagroso reencuentro, la llevaron a casa, donde la felicidad estuvo completa una vez que se reunió con su hermano, Jack.
Jon y Julie de nuevo están juntos
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