Kara Yancey es una voluntaria que trabaja en la Fundación Living The Dream Rescue, de Phoenix, Arizona. Siempre ha sentido un gran amor por los gatitos y tiene uno en casa que se llama Charlie.
A pesar de que el minino está esterilizado, de alguna manera siempre atrae a gatitas cuando están a punto de dar a luz.
En más de una ocasión, las gatitas han llegado a pedir ayuda en la casa de Kara, pero ninguna se robó su corazón tanto como Sunflower.
La minina de color naranja se acercaba hasta la puerta de Kara con un poco de desconfianza. Con el paso de los días comenzó a recibir comida y empezó a mostrar su lado más cariñoso.
Kara averiguó en las redes y en su vecindario para saber si se trataba de la mascota de alguien más pero como nadie la reclamó supo que tenía que ayudarla.
Un par de semanas después se dio cuenta de que la gatita estaba embarazada. Necesitaba un lugar seguro para tener a sus bebés. Sunflower demostró que era una madre ejemplar. Pasaba el día cuidando y alimentando a sus bebés.
“Es muy protectora y le gusta envolverlos con sus patitas”, dijo Kara.
Fue entonces cuando Kara recibió una llamada de la Fundación. Habían rescatado a dos gatitos recién nacidos que necesitaban con urgencia de su mamá pero no la encontraron por ningún lado.
Los primeros días de vida, los mininos requieren de muchísimos cuidados y de la alimentación de su madre para poder sobrevivir. Habían escuchado del caso de Sunflower y tenían la esperanza de que ella pudiese ayudarlos.
“Querían saber si Sunflower los aceptaba como si fueran suyos. Era su mejor oportunidad de sobrevivir ya que eran pequeños y frágiles”, explicó Kara.
El plan resultó todo un éxito. Sunflower escuchó los maullidos de los bebés y fue de inmediato a buscarlos.
Los cuidó, besó y alimentó como si fuesen sus propios hijos. Cuidar a tantos gatitos no es tarea sencilla, así que Kara ayuda a Sunflower en todo momento.
Los gatitos están creciendo sanos y salvos gracias la protección y los cuidados de la dedicada mamá gatuna.
La hermosa Sunflower logró ser rescatada justo a tiempo y no tardó más que un par de semanas en devolver el favor salvando la vida de otros peluditos. Su historia es una verdadera fuente de inspiración que nos recuerda lo mucho que todos podemos aportar para cambiar la vida de un animalito de la calle.
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