Una gata llegó a Oregon Friends of Animals embarazada y cubierta de pulgas, tras realizarle un diagnóstico el personal concluyó que había tenido tres camadas de gatitos y una vida muy dura en las calles.
La gata que fue llamada Celeste, por fortuna, había llegado al lugar indicado, la madre finalmente estaría cómoda y daría a luz en un lugar seguro.
Gata vela por el bienestar de sus crías después de pasar toda la vida en las calles.
Angela, una voluntaria de acogida comentó al respecto:
“Celeste había vivido afuera durante toda su vida antes de venir a mí. Durante la mayor parte de su vida, siempre había sido una mamá gata, incluso hasta el punto en que se enfermó. Ella vino al refugio de animales mientras estaba embarazada”.
Solo un par de días después, Celeste dio a luz a una gran camada de gatitos. Angela decidió acogerlos y brindarle a la madre y sus crías la oportunidad de criarlos en un hogar.
Al principio, era un poco tímida, tras pasar toda su vida en las calles muchas cosas eran nuevas para ella. Afortunadamente, logró adaptarse como gata de interior y reveló su tierna personalidad con los humanos que la estaban cuidando.
Celeste demostró ser no solo una gata muy consentida sino también muy protectora con sus crías, quienes estaban creciendo en un hogar cómodo lejos de los peligros de la calle.
Día y noche los gatitos necesitaban los cuidados de su madre, era un trabajo agotador aunque siempre se mostró paciente y receptiva al criar y alimentar a sus bebés.
“Ser madre de ocho crías fue un trabajo realmente duro. Fue una madre tan maravillosa y cariñosa con sus bebés”, destacó Angela.
La gata demostró ser la mejor madre para sus crías, los limpiaba, los cuidaba y los acicalaba de pies a cabeza. Se acostaba de lado todo el tiempo que fuera necesario para que todas las crías se pudieran alimentar de manera equitativa.
Ver esta publicación en Instagram
La gran camada crecía a pasos agigantados, a medida que pasaba el tiempo se volvían muy juguetones aventureros.
Celeste siempre estuvo para ellos en todo momento, si los escuchaba llorar salía corriendo y los consolaba lamiéndolos suavemente. No fue sino después que sus bebés crecieron que la gata pudo tomarse un tiempo para ella. Angela comentó:
“Ahora que sus gatitos eran más independientes, Celeste finalmente pudo tener algo de tiempo para relajarse y simplemente ser ella misma: una gata.
Le encanta tomar el sol, saludarme en silencio cada mañana y apoyarse en otras mascotas”.
Cuando sus crías cumplieron las 10 semanas de edad, Celeste oficialmente pudo dejar de ofrecerles atención a sus cachorros las 24 horas, ahora le quedaba disfrutar de su nueva vida como gata de interior y logar conquistar a alguien que la quisiera hacer parte de su familia.
“Ella ha sido absolutamente la mejor mamá para sus gatitos y merece un hogar propio para siempre donde pueda ser el centro de atención.
Ella es la gatita perfecta para descansar y relajarse. Se acurrucará y dormirá junto a ti, y te seguirá en silencio como tu pequeña sombra, rozando tus piernas o manos cuando quiera caricias y acurrucarse”.
Afortunadamente, la vida para Celeste y sus crías cambió de la mejor manera. Después de tres meses de llegar al centro de rescate fue adoptada y actualmente pasa sus días disfrutando de su nuevo hogar. Angela comentó al respecto:
“Los adoptantes de Celeste son personas maravillosas y amorosas. Incluso tiene una nueva hermana gata llamada Marge”.
De la numerosa camada de cachorros, uno falleció, los otros siete lograron sobrevivir y se convirtieron en gatos jóvenes sanos y fuertes. Todos lograron tener el final feliz que se merecen al lado de familias que los aman incondicionalmente.
Infinitas gracias a quienes hacen esto posible. Sin duda, no hay mayor instrumento que el amor para la cambiar la vida de los peluditos más vulnerables.