Una gata se cuela en el sótano de una casa desesperada por dar a luz a sus cachorritos sin imaginar las consecuencias que tendría. Al final, tuvo que convertirse en la madre de otro animal más.
Nueva York puede ser una ciudad muy dura para los animales abandonados. Precisamente por eso, muchos proteccionistas y rescatistas se proponen, periódicamente, proveer de un buen refugio a perros y gatos, mientras les llega el momento de conocer a su familia definitiva.
En un edificio de la gran ciudad estadounidense, uno de los inquilinos descubrió que una gata había dado a luz a sus gatitos en el sótano.
Al principio no se preocupó pensando que la gata contaba con un hogar, porque era demasiado amorosa.
Esta dulce gata y su familia fue hallada en un sótano
Sin embargo, los días pasaron, nadie reclamó a la gatita y el sótano se convirtió en un lugar poco apropiado para ella y sus crías.
Fue entonces cuando la persona encargada de encontrarlos, decidió llevarlos a un refugio, donde al menos tendrían la oportunidad de ser atendidos y reubicados.
Jess Thoren, una de las voluntarias de Animal Care Centers en la ciudad de Nueva York, no tuvo ningún problema en recibir a la gatita y a sus bebés en casa.
A ella la llamó Claudia, y a los pequeños Cassia e Iggy
Consciente de que los gatos requerían de muchos cuidados, Jess puso manos a la obra y no fue difícil que Claudia consiguiera por fin el espacio ideal para hacerse cargo, del modo más apropiado posible, de sus cachorros.
Jess descubrió por cuenta propia por qué en algún momento alguien había pensado que la gata realmente tenía un hogar, pues se sorprendió de ver lo dócil y amorosa que era Claudia.
Además, era una madre excepcional. Sabía que junto a ella, a los pequeños gatitos jamás les faltaría nada.
Un gatito huérfano requería de una madre con urgencia
Jess ya se había acostumbrado a la idea de que Claudia y sus crías pronto estarían a punto para buscar su hogar definitivo, cuando recibió una nueva llamada.
En esta oportunidad se trataba de un gatito huérfano de solo tres semanas de nacido que requería de atenciones especiales urgentemente.
A la proteccionista se le ocurrió una buena idea y no tuvo miedo de afrontar una nueva responsabilidad, a pesar de que tenía a una madre y a dos crías en casa.
Fue así como se dedicó casi por entero a los cuidados del nuevo animalito.
Un tercer gatito se sumó a esta familia
Durante diez días cuidó de él de un modo excepcional, hasta que decidió que era el momento de presentarle a este nuevo bebé a Claudia, a ver qué ocurría.
La intuición de Jess no falló y la gata de inmediato reconoció al gatito huérfano como si fuera uno de los suyos y comenzó a hacerse cargo de todos sus cuidados.
Jess estaba feliz, sin pensarlo, había ayudado del modo más justo posible a un grupo de gatitos en condición de riesgo.
Ahora todos se encuentran en condiciones más que ideales para conseguir el que será su hogar definitivo. Están esperando que aparezca una familia capaz de ofrecerles el amor que se merecen.
Claudia es una madre ejemplar, incapaz de rechazar a un bebé
Sin imaginarlo, estos pequeños se convirtieron en una familia demostrando que el amor siempre prevalece. La noble madre se preocupó por sus pequeños y valió la pena su esfuerzo, gracias a eso salieron airosos de la preocupante situación que vivían.