Ahora que hemos dejado atrás uno de los años más duros de los últimos tiempos, todos esperamos realmente que la humanidad haya tocado fondo para recuperar los valores esenciales. Y entre esos, por supuesto que se encuentra el amor y la compasión por los más vulnerables, los animales.
Una admirable mujer que vive en Mascate, la capital de Omán, está dando mucho de qué hablar con su misión de acoger a todo callejerito que quepa en su hogar, para cambiar su destino.
Maryam al-Balushi es una mujer jubilada de 51 años, que vive con 480 gatos y 12 perros
Todo comenzó en el año 2008, cuando su hijo llevó a casa una pequeña gata persa como mascota, algo que a Maryam no le gustó en lo absoluto. El joven empezó a descuidar del animalito, y fue ella quien terminó haciéndose cargo. Y en contra de su voluntad inicial, se convirtieron en las mejores e inseparables amigas.
«Como muchas madre, me negué a cuidarla porque no me gustaban los animales y mi hijo no le prestaba mucha atención ni cuidaba de su higiene. Pronto me encontré totalmente inmersa. La cuidé, la alimenté, la bañé y pasé mucho tiempo con ella», contó Maryam.
No podía imaginar que 3 años después, atravesaría la más profunda depresión. Y no fue sino gracias a su gata, que ella pudo salir del hueco en el que se encontraba. Fue entonces cuando prometió dedicar su vida entera a recoger gatos callejeros y llevarlos a su casa.
Lamentablemente, la mujer con la mejor de las intenciones empezó a acoger decenas de gatitos sin que pudiera darse cuenta que se aparearían de inmediato. No reveló por qué no acudió primero a la esterilización, pero lo cierto es que al momento ha acogido a medio millar de animales, y lo seguirá haciendo.
Maryam gasta más de 6.000 euros al mes en salud y alimentación de los callejeros que acoge
Sobre la razón por la que decidió hacer eso por los animales, Maryam comenta:
«Dios le dio al hombre la mente, con la que puede pensar, y la lengua, para que si está enfermo pueda buscar tratamiento y, si tiene hambre, pueda pedir comida. Pero el animal calla y no puede hablar. Incluso si está en peligro de muerte».
«No hay partido que se preocupe por los pobres animales que no tienen voz, ni les brinde asistencia, ni tampoco hay leyes que los protegen, especialmente en los países del Golfo», agrega.
Pero esta gran mujer no lo ha tenido todo fácil. Al principio tuvo que lidiar con la gran oposición de los vecinos que la denunciaron.
Cuando trabajaba, además tenía que organizarse para que estuvieran alimentados y cuidados durante el día, y costear ella todos los gastos. Ahora que está jubilada, dedica su día entero a ellos y cuenta con ayuda de donaciones a través de su Instagram @maryamblushi, gracias a eso es conocida en todo el país por su altruista labor.
También pudo conseguir una casa mucho más grande para darles las condiciones dignas que merecen. La limpieza que se respira en su hogar, y lo bien cuidados que están los peluditos, es realmente digno de admirar.
En este video puedes conocer más detalles sobre su gran legado:
Aunque ha recibido críticas por no esterilizarlos antes, y por gastar tanto dinero en unos «simples animales de la calle cuando hay niños muriéndose de hambre», su mensaje al mundo es contundente:
«Hay que tratar a los animales con compasión. Algunas personas no los quieren en sus hogares, no los quieren en sus jardines, no los quieren cerca de sus autos y no los quieren cerca de la caja de arena, entonces, ¿a dónde deben ir? ¿Cómo van a comer? Les pregunto a estas personas: ¿Fue la tierra creada solo para nosotros, o las criaturas de Dios compartieron la tierra y sus bondades con nosotros? Por eso digo: Ten piedad, ten piedad, y cuando hagas eso, lo habrás hecho porque es un deber moral y humano que debemos ofrecer a todos los que viven en este planeta».
No te vayas sin compartir esta maravillosa historia de amor por los animales que el mundo necesita escuchar e imitar, ahora más que nunca.