Si el amor es apreciar a otro individuo a través de las relaciones, estar más en contacto con alguien en particular que con el resto, o compartir cierto tipo de conductas positivas, protección mutua y cariño; estaremos hablando de una historia verdadera que nos muestra cómo el amor traspasa las especies.
Los animales son seres extraordinarios, capaces de darnos grandes lecciones de empatía y amistad sincera. Esta es la historia de un ganso y una perrita blanca, recientemente madre de una camada de peludos.
Ella deja que el ganso los proteja y la ayude en la crianza de sus cachorritos. Definitivamente, los animales sí que establecen vínculos sólidos y sí sienten amor puro y verdadero.
Este tierno ejemplo de hermandad fue captado en imágenes y se volvió tendencia rápidamente en las redes sociales del mundo. Durante los 2 minutos que dura la grabación, se muestra la estrecha relación de amistad de este ganso responsable y su amiga, la perrita y madre primeriza.
Según lo informado por algunos medios de comunicación quienes, también participaron del caso, el encargado de cuidar a los animales y autor del video siempre quiso mantenerlos juntos para que se acostumbraran a convivir, razón por la que este ganso no dudó en ponerse a la orden de esta manera tan paternal con las pequeñas criaturas recién nacidas.
“La perrita blanca acababa de tener a sus cachorros que, por lo que se puede notar, solo tienen días de vida”, dijo una usuaria al ver el video.
La canina tiene mucha suerte de contar con un mejor amigo emplumado de tal categoría para cuidar de sus hijos. El ganso se queda observándolos fijamente y muy alerta, acercándose a cada momento para cerciorarse de que están bien.
“Les presta abrigo a los pequeños para que no pasen frío cuando su madre se aleja por unos segundos. Es una escena preciosa y muy conmovedora”, comentó otra internauta.
Todos los días, sin falta, la nueva mamá perruna alimenta amorosamente a sus hijos dentro de una jaula. Al final de cada comida, hace su entrada este noble ganso padrino y se echa una buena siesta junto a su familia de peludos.
Superó los dos millones de reproducciones.
No cabe la menor duda de que es mucho lo que los animales tienen para enseñarnos. Los seres humanos tenemos mucho que aprender todavía. Esta historia ha demostrado, una vez más, que para ellos no existe color, tamaño, ni especie, cuando se trata de formar un poderoso lazo de amistad.
Pero, incluso son tan sorprendentes, que son capaces de adoptar a los hijos de un animal de otra especie, cuando se sienten requeridos y encuentran que los bebés necesitan protección. Por eso, estas escenas cargadas de ternura nos conmueven tanto y nos animan el corazón.
Comparte esta historia con tus seres queridos. Los actos de amor y tiernas imágenes de esta familia tan simpática como particular, les llenarán de alegría y emoción.