Durante siglos ha existido un debate entre la ciencia y la religión sobre el origen de la vida. La teoría de la creación y de la evolución se han convertido en los opuestos haciendo dudar a muchos y creando fieles defensores en otros. Es un debate duro donde ambos tienen sus razones y hacen sus estudios y demostraciones de que tienen la razón. Pero recientemente la ciencia ha tenido un gran avance gracias a un descubrimiento hecho en Galápagos con una especie de Ave llamadas pinzones de Darwin, existen 14 especies diferentes y Darwin las utilizó en sus estudios de evolución por selección natural.
En 1981, Peter y B. Rosemary Grant, dos biólogos de la Universidad de Princeton, en una expedición a la isla Daphne Major, notaron un intruso para ser estudiado.
Entre los tres grupos de pinzones de la isla se encontraba un cuarto proveniente de otras islas también nativo de Galápagos, pero con comportamientos y cantos diferentes.
Comenzaron su estudio en base a esto y después de un tiempo descubrieron que se estaba cruzando con dos hembras de otra especie, el pinzón terrestre mediado.
Como consecuencia, hubo un nacimiento de lo que se considera una hibridación. La hibridación no es algo inusual, de hecho se ha visto en equinos, en felinos y en otros grupos de animales durante años, pero por lo general los híbridos son infértiles, terminando la generación con ellos.
Pero en este caso resultaron ser crías completamente sanas y fértiles.
Los estudios se hicieron cada vez más interesantes y lograron ver que reproductivamente se aislaron y comenzaron a cruzarse entre hermanos. Posteriormente, una sequía entre 2002 y 2003, solo dejó a una pareja sobreviviente que comenzó a reproducirse nuevamente, hasta convertirse en una especie completamente endémica, lo que quiere decir que solo se cruzan entre ellos, hasta el punto de llegar a una población de 23 individuos entre los cuales se encuentran 8 parejas reproductivas, para 2012.
Han sobrevivido los más grandes y fuertes en lo que se entiende ocurrió un proceso de selección natural.
En este punto ya habían desarrollado su propio canto, además tenían un pico y un tamaño diferente al de las especies originarias de la isla. Además, al tener un canto diferente no lograban aparearse con otros pinzones. Leif Andersson de la Universidad de Upsala, en Suecia, se unió al grupo de estudio para analizarlos genéticamente y obtuvo como resultado que son una especie reproductiva completamente diferente.
“Normalmente hubiésemos esperado que se cruzaran con las otras especies hasta terminar desapareciendo, pero no fue así”, acotó Leif.
Si un científico nuevo llegara a la isla sin tener idea sobre el estudio realizado, pensaría que son cuatro especies originarias y cuando en realidad son tres y la cuarta fue producto de la hibridación hace más de 30 años. Muchos creen que la mutación es la vía de la evolución, pero con estos estudios están considerando que la hibridación puede ser mucha más rápida y efectiva. Lo curioso en este caso más allá de la hibridación es que fueran crías fértiles y que decidieran cruzarse entre sí, aunque aún no hay muchos debates sobre qué puede definir una especie, esta genéticamente se convirtió en una nueva.
Y tú, ¿qué piensas sobre la peculiar forma de generación de estos nuevos pinzones? Comparte esta historia y veamos qué piensan tus amigos al respecto.